La alta resolución está llegando a dispositivos cada vez más compactos, e incluso las formas tradicionales de las pantallas comienzan a ser desafiadas por los fabricantes. Sin embargo, miniaturizar la tecnología puede traer aún más beneficios, que superan las fronteras de la electrónica de consumo. Esto nos lleva a la Universidad de Oxford, donde han creado nanopíxeles con apenas 300 nanómetros de lado, y que prometen una nueva generación de productos.
Dispositivos vestibles con pantallas integradas, LCDs que abandonan la forma rectangular, diseños cada vez más delgados y una economía que resulta más atractiva para el usuario son algunos de los aspectos que nos hacen pensar en un futuro muy interesante para la tecnología de pantallas. Lamentablemente, creo que podemos declarar al 3D como muerto y enterrado en los hogares, aunque la industria no ha dudado en reorientar sus esfuerzos hacia el 4K. Al mismo tiempo, existe la necesidad de hacer pantallas más pequeñas, y en alta resolución. Ya tenemos dispositivos como el iPad Mini que entrega más de tres millones de píxeles en menos de ocho pulgadas, pero en la Universidad de Oxford han comprobado que hay mucho espacio para mejorar, gracias a la intervención de los llamados nanopíxeles.
En esencia, cada uno de estos nanopíxeles está compuesto por una capa de GST (Germanio-Antimonio-Telurio) con un espesor de siete nanómetros, atrapado entre otras dos capas de electrodos transparentes. Aplicando una corriente mínima, los investigadores han sido capaces de dibujar imágenes en el interior de este grupo. En un comienzo se crearon imágenes estáticas usando un microscopio de fuerza atómica, pero los responsables no tardaron mucho en demostrar su potencial como reemplazo para los píxeles actuales, apagando y encendiendo cada uno sin inconvenientes, con apenas 300 nanómetros por lado.
Lo más interesante de todo es que el objetivo de la Universidad de Oxford no era crear un nuevo tipo de pantalla, sino que deseaban explorar la relación entre las propiedades ópticas y eléctricas en los materiales de cambio de fase, y este “sandwich GST” fue simplemente una idea. El profesor Harish Bhaskaran, que encabeza la investigación, ha indicado que los nanopíxeles pueden ser incorporados a materiales muy flexibles, como láminas hechas de Mylar con un espesor de 200 nanómetros. Entre los ejemplos más terrenales para la aplicación de los nanopíxeles encontramos gafas con pantalla unificada, pantallas plegables, parabrisas inteligentes y lectores digitales color de bajo consumo, mientras que en el futuro, podrían llevar a la creación de retinas sintéticas, imitando a las células fotorreceptoras en el ojo humano.
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