Desde el observatorio de Almería, unos astrónomos predicen el “inminente” nacimiento de una estrella. El choque entre dos nebulosas provocará que se forme otro sol en el firmamento. Este magno acontecimiento se producirá dentro de poco tiempo( considerando las magnitudes galácticas, claro). Vete preparando para la fiesta y el bautizo estelar, que promete ser de rango universal.
Normalmente, la expresión del titular se usa para designar la aparición de un talento del mundo cultural, sin embargo, hoy tenemos la dicha de anunciar que se trata de una expresión completamente literal. El padre se llama Barnard 68 y la madre es una pequeña nebulosa que se encuentra en estado de colisión con la primera. De este amoroso encuentro galáctico surgirá un nuevo retoño dentro de apenas 200.000 años. El bebé estelar nacerá bastante cerca de nuestro Sol, así que casi podemos decir ya que tendrá un amiguito con quien intercambiar rayitos de luz en un futuro no muy lejano (para ellos). Los padrinos han sido el astrofísico João Alves, director del Observatorio de Calar Alto (Almería), y su colega Andreas Bürkert, del observatorio alemán de la Universidad de Munich, que son los que han predicho este fantástico nacimiento, según un artículo que han publicado recientemente en la revista The Astrophysical Journal.
Los científicos consideran las nebulosas como la fuente de creación de las estrellas. La teoría más aceptada entre los astrónomos es que éstas se formarían a partir de la condensación de las gigantes nubes de gas por el efecto de su propia gravedad, hasta que la alta densidad y temperatura iniciaría la fusión nuclear que originaría la estrella. Los astrofísicos protagonistas de esta noticia proponen la colisión de nubes de gas como responsables de activar el proceso inicial que genera la formación estelar. En el caso de Barnard 68 sugieren que la nebulosa ya se encuentra en fase inestable y que el colapso es inminente. Las imágenes de densidad que han tomado reflejan que B68 es una fría nube de gas con una masa equivalente a dos soles, pero existe otra diez veces menor que se está aproximando a toda velocidad y está “a punto” de chocar.
Gracias a las simulaciones realizadas por un superordenador de la Universidad de Munich, estos científicos han comprobado que el escenario resultante más probable sea el nacimiento de nuevo Sol. Los datos introducidos correspondían a dos corpúsculos de gas de tamaño similar a los observados por el equipo de astrónomos y separados por 1 año luz de distancia. La velocidad de estas grandes masas gaseosas también se hizo corresponder con la que llevan ahora las nebulosas reales. Los resultados indicaron que los dos glóbulos generaban densidades enormes que hacían colapsar el sistema, creando las condiciones ideales para la formación de una estrella. Incluso podrían formarse nuevos planetas y, quién sabe, una nueva Tierra. El tiempo necesario para llegar a este acontecimiento no supone apenas nada para una entidad galáctica pero para nosotros significa que no podremos asistir a tan fantástico evento. Mejor. Así nos ahorramos el regalo del bautizo que, vistas las proporciones del infante, nos dejaría arruinados.