Las tres dimensiones en el cine no fueron algo tan nuevo como los departamentos de mercadotecnia nos quisieron hacer creer. Viejo truco visual del cine revitalizado por una legión tecnológica, el efecto 3D prácticamente rescató al cine de su propia pereza, pero lo cierto es que los expertos de antaño también tenían sus ases bajo la manga. Por supuesto, uno de ellos era Walt Disney y su formidable equipo. La “cámara multiplano” fue una de las creaciones más impresionantes del cine y la animación, y aunque el efecto logrado no era puramente estereoscópico, sus resultados aún son recordados y celebrados.
El hecho de que casi toda nueva super producción de Hollywood salga en su versión “3D” nunca representó un avance tecnológico, sino más bien una especie de “desesperación de mercadotecnia” por atraer gente a los cines sin sumar mucha creatividad a la ecuación. Cuando el 3D se “reintrodujo” a la pantalla gigante, los hábitos de consumo de la gente se vieron alterados, pero difícilmente se pudo decir que tuviera algo de novedoso.
Cómo funciona la Cámara Multiplano de Walt Disney
La idea de transmitir algo que fuera más allá de las dos dimensiones existe desde hace muchos años. Los trabajos más importantes exploraban esta falsa sensación de profundidad, en especial sobre la animación, que por ese entonces era completamente artesanal.
Cada cuadro era un trabajo dedicado, la habilidad de los dibujantes era puesta a prueba en cada trazo y cada pincelada, y el efecto combinado era excelente… pero se quería más.
Tal y como lo explica Walt Disney en el vídeo, una vez que la “acción” en los cuadros se terminaba, las dos dimensiones del fondo golpeaban de lleno al observador.
Cualquier efecto de ampliación sobre un punto de la escena alteraba drásticamente el tamaño de los objetos, convirtiéndose en algo completamente irreal. La forma de combatir esto se desarrolló a través de la “Cámara Multiplano”.
La primera cámara de este tipo fue inventada en 1933 por Ub Iwerks, renombrado animador y caricaturista que trabajó para Walt Disney. Sin embargo, el diseño que podemos observar en el vídeo fue desarrollado por William Garity en 1937, también para los Walt Disney Studios.
Básicamente, la cámara multiplano divide una escena en cuatro “capas” o “planos”, basados en óleos pintados sobre vidrio.
La cámara, enfocando desde una posición vertical, permite a los operadores alterar la velocidad, la dirección de desplazamiento y el factor de acercamiento de cada uno de estos planos, generando así una ilusión de profundidad y tridimensionalidad mucho más elaborada.
Los objetos más “lejanos” se ubicaban en la capa final, casi sin registrar movimiento y “manteniendo la distancia”, mientras que los más “cercanos” se movían a una velocidad mucho mayor.
El corto conocido como “The Old Mill” de 1937 sirvió como prueba de concepto para la cámara multiplano, y luego fue utilizada ampliamente en clásicos como Bambi y Fantasía, entre otros.
La última película de Disney relativamente “moderna” en usar la cámara multiplano fue La Sirenita de 1989, pero en ese filme ya no se utilizaron las cámaras originales.
Ahora, la digitalización y las animaciones por ordenador pueden imitar y expandir este efecto de forma muy sencilla, pero parece algo frío frente al carácter artesanal del trabajo con una cámara multiplano.
Cada capa debía ser tratada con extremo cuidado, ya que se trabajaba con vidrio, y un error no sólo podía costar horas enteras de dibujo y pintura, sino provocar un serio accidente. En el vídeo, Walt Disney lo llama “un truco”, pero no deja de ser uno de los puntos más importantes en la historia de animación.
(Del Archivo de NeoTeo, artículo publicado originalmente el 7 de Mayo de 2011)