Lisandro Pardo
Tal vez recuerdes casos como el del sujeto que selló su cabeza dentro de un horno de microondas, o peor aún, el de la joven que mató a su novio por accidente filmando un vídeo. Esta búsqueda absurda de fama digital y relevancia en la Web sigue tomando vidas, y la prueba más perturbadora de ello llega a través de una lista con lesiones y muertes vinculadas a la captura de selfies.
El problema más serio a la hora de obtener estas estadísticas es que los registros oficiales no mencionan a las selfies, sino que hablan directamente de la causa de muerte o lesión. En general se calcula que más de 250 personas han muerto por selfies desde el año 2011, y que la mitad de esas muertes sucedieron en India. No es casualidad, porque el informe que compartimos en febrero de 2016 también coloca a ese país al tope de la lista.
Aunque parezca mentira, la guía de lesiones y muertes relacionadas a selfies más actualizada la ofrece Wikipedia. Por supuesto, es imposible registrar todos los incidentes, pero si buscas las «novedades» por así decirlo, lo más probable es que aparezcan allí. Por ejemplo, la última entrada es del pasado 16 de julio. Una mujer paquistaní de 17 años se resbaló y cayó al río mientras se tomaba una selfie. Su padre trató de rescatarla, pero ambos murieron ahogados debido a la intensidad de la corriente.
Uno de los casos más escalofriantes nos lleva de regreso a la India, más precisamente en la ciudad de Chennai, donde 48 personas terminaron heridas. El 16 de julio de 2017, una panadería comenzó a incendiarse, y a pesar de las múltiples advertencias de las autoridades, el público se acercó una y otra vez a las llamas para tomarse selfies.
La lista divide los incidentes en ocho categorías: Animales, Ahogamiento, Electrocución, Caída, Incendio, Armas de Fuego, Transporte y Otros. También es posible separar los resultados por país, y me temo que España aparece en cinco oportunidades. Una de las entradas es muy reciente, y habla de dos jóvenes británicos que cayeron al vacío mientras trataban de tomarse una selfie cerca de Playa Punta Prima, en Torrevieja.
Una de las muertes más inusuales y espantosas involucró a una mujer belga de 68 años que visitó el campo de géiseres El Tatio en Chile, a mediados de octubre de 2015. La mujer tropezó hacia atrás y cayó en un géiser activo, con agua hirviendo. Su esposo logró sacarla, pero con quemaduras cubriendo el 85 por ciento de su cuerpo, falleció a los pocos días.
En resumen, la lista de lesiones y muertes relacionadas a las «selfies» es horrible, y algo me dice que seguirá creciendo. A veces se trata de pura mala suerte, pero si hemos aprendido una cosa, es que ciertas personas no escuchan.
Fuente: Wikipedia
Selección natural.