Ya hemos escuchado esta historia antes: «Compañía» lanza «producto» revolucionario, «producto» depende de servidores en la «nube», compañía colapsa, nube desaparece, producto se vuelve un ladrillo. ¿El último ejemplo? Moxie, robot de «apoyo emocional» con inteligencia artificial que la compañía Embodied anunció en abril de 2020. Cuatro años y medio después, Embodied anunció su cierre, y el pobre robot de 800 dólares se convertirá en un tótem inerte.
Todos sabemos que aplicar tecnología en la dosis correcta puede ayudar al «desarrollo social, emocional y cognitivo» de los más pequeños. Estos términos fueron los que la compañía Embodied utilizó para presentar a su robot Moxie en abril de 2020. Con un amplio uso de inteligencia artificial, el robot puede aprender ciertas características de su pequeño usuario, detectar patrones especiales como el tono de voz y las expresiones faciales, estimular el pensamiento creativo y la actividad física. La presentación oficial de Moxie durante la pandemia fue, en una palabra, adorable:
(N. del R.: No sé cuánto tiempo seguirá el vídeo en YouTube)
Moxie: Startups, inteligencia artificial, y la «superdependencia» de la nube
Pero esto no durará, o al menos, eso es lo que ha dicho la compañía en su página oficial. Debido a la imposibilidad de obtener fondos frescos que le permitan continuar con su operación (al parecer la ronda se cayó «en el último minuto»), Embodied anunció el cierre definitivo, y eso incluye la interrupción de los servicios en la nube que Moxie necesita para funcionar correctamente. La compañía decidió no compartir una fecha específica, pero agregó que tratará de mantenerlos en línea por todo el tiempo que sea posible. Aún así, indicó que no habrá soporte adicional de ningún tipo, ni siquiera para responder consultas. Garantías y reparaciones también se esfumarán en el aire.
En lo que se refiere a devoluciones, Embodied tratará de priorizar las compras hechas en los últimos 30 días siempre y cuando la compañía encuentre un comprador. Sin embargo, la esperanza es lo último que se pierde, y no es tan descabellado imaginar una solución open source para que los Moxie sigan funcionando, aún con acciones limitadas…
Fuentes: Embodied, Ars Technica