Después de muchas promesas sobre smartphones accesibles con especificaciones a la altura de las circunstancias, la gente de Motorola presentó oficialmente a su nuevo Moto G. No tendrá las funciones del Moto X, pero su precio oficial le da una amplia ventaja sobre otros dispositivos sin contrato con hardware similar.
El Moto X posee algunas funciones de alto nivel que le han permitido ganarse la admiración de muchos usuarios, comenzando por el hecho de recibir órdenes verbales sin necesidad de entrar en contacto con el smartphone. Aún así, esto provocó que en líneas generales se convirtiera en un dispositivo más caro de lo esperado. Su versión liberada para desarrolladores tiene un precio de 550 dólares, y eso es gracias a un descuento que se anunció la semana pasada. El Moto X puede ser una venta muy difícil en ciertos mercados, cuando la gran mayoría de las empresas está percatándose de que el empuje principal del mercado está girando hacia el low-end. En otras palabras, es tiempo de ver dispositivos con un sistema operativo pulido, y un hardware más que decente, sin que convierta a nuestro billetero en un páramo sin vida. La solución de Motorola para este problema, es el Moto G.
No quedan dudas de que el Moto G toma algunas ideas prestadas del Moto X a la hora de definir su apariencia, pero su personalización se extiende a un total de 19 cubiertas traseras, delgadas, con un protector “flip” magnético para la pantalla, y con un marco de goma para mayor resistencia y calidad de agarre. Sin embargo, la historia es mucho más interesante por el lado del hardware: Como ya sabemos bien, el Moto X utiliza un SoC dual-core asistido por un procesador de contexto y otro de lenguaje natural, pero el Moto G recurre al Qualcomm Snapdragon 400, con cuatro núcleos operando a 1,2 GHz. La pantalla del Moto G pierde exactamente 0,2 pulgadas, para estacionarse en 4,5 pulgadas, conservando la misma resolución que el Moto X (1280 por 720). La RAM fue reducida en un 50 por ciento (1 GB), un factor que no debería ser negativo para Android 4.3 (preinstalado en el Moto G), o sus versiones superiores (recibirá a KitKat en enero). La memoria interna mínima es de 8 GB en el Moto G, pero los 50 GB por dos años en Google Drive siguen allí. Su conectividad es WiFi n y Bluetooth 4.0 (no hay NFC ni soporte LTE), la resolución de sus cámaras es de 5 y 1,3 megapíxeles, y con su batería de 2.070 mAh, Motorola anticipa que el Moto G entregará hasta un 30 por ciento más de tiempo de voz, comparado con el iPhone 5S.
Motorola escogió a la ciudad de São Paulo para llevar a cabo la presentación mundial del Moto G, y eso nos dice muchísimo, especialmente sobre los mercados en los que planea ofrecer al teléfono. Durante su primera semana, el Moto G estará disponible en Brasil y ciertas regiones de Europa, mientras que en diciembre se extenderá a toda Latinoamérica, más partes de Europa, India (en enero) y Asia. ¿Cuál es su precio oficial? 179 dólares para la edición de 8 GB, y 199 dólares con 16 GB de almacenamiento, ambos sin ninguna clase de contrato. El universo Android necesitaba con urgencia un smartphone sólido a nivel hardware, y más accesible de lo normal, sin encadenar al consumidor a dolorosos planes de datos. Varios sitios especializados han dicho que el Moto G marca el regreso definitivo de Motorola al juego de los smartphones. A ese precio, puedo entender por qué.
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