Cuando pesamos en un motor eléctrico, por lo general, se nos acerca a la mente la arquitectura tradicional de: un rotor, un estator, campos magnéticos interactuando entre sí y transformando la energía eléctrica en energía mecánica. En estos días, un consorcio danés está desarrollando un motor de alto rendimiento que es totalmente diamagnético, es decir, no utiliza campos magnéticos para su funcionamiento. El objetivo de esta investigación se basa en la necesidad de contar con motores de alta precisión e inmunes a fuertes campos magnéticos externos o, dicho de otro modo, que no se vean afectados en la exactitud de sus movimientos ante fuertes interferencias electromagnéticas (EMI). ¿Cómo funciona este motor sin magnetismo? En este artículo te lo explicamos.
Los motores convencionales, los sistemas de RF como un teléfono móvil o cualquier dispositivo de enlace por radiofrecuencia (wireless) pueden llegar a afectar, en muchos casos, a pequeños motores (de tecnología convencional) utilizados en ámbitos donde la precisión juega un papel fundamental. Un ejemplo de este tipo de escenarios puede ser una sala de cuidados intensivos de un centro hospitalario o un quirófano, donde cualquier tipo de interferencia electromagnética desmedida, o no controlada, puede provocar funcionamientos erráticos no deseados en bombas de infusión, marcapasos u otros sistemas críticos para la salud de las personas.
El proyecto, que está siendo desarrollado por un importante consorcio danés, encabezado por el investigador Mogens Arentoft y subsidiado con 10 millones de Coronas Danesas (DDK) por parte de la Danish National Advanced Technology Foundation, ofrece la innovación de trabajar enteramente con materiales piezoeléctricos en todas sus partes, ofreciendo un motor potente, exacto y controlable, que no requiere engranajes externos ni otra clase de acoplador mecánico para entregar toda la potencia mecánica en su eje. Estos motores, basados en el principio PAD (Piezo Actuator Drive), transforman el movimiento lineal, y de alto rendimiento de los “piezoactuadores”, en una rotación de gran torque, precisa y con posibilidades muy sencillas de control, gracias a su innovadora tecnología de fabricación, que es el corazón secreto del diseño. Además, según sus ideólogos, su construcción es escalable, es estable en su rotación, posee un torque elevado, un alto rendimiento y una dinámica comparable a la de un motor eléctrico tradicional.
La Universidad Técnica de Dinamarca (DTU) y la Unión Interparlamentaria de Desarrollo Tecnológico (UIP) (del mismo país) son socios en el proyecto y, entre ambos, vislumbran un gran potencial a partir del desarrollo de esta novedosa técnica. Además, según sus previsiones, este trabajo originará a la brevedad numerosas invenciones patentables y publicaciones científicas difundiendo las bondades y ventajas de esta innovación tecnológica. Destacan el amplio campo de acción de estos motores dentro de los complejos procesos de manufacturación de componentes de escala microscópica orientados a dispositivos modernos, asegurando que esta tecnología dará forma a soluciones futuras en muchos campos de aplicación. Por ejemplo, será obvia su utilidad en tecnología robótica. La rotación de los motores se puede controlar de manera tan exacta que el uso de robots en medicina puede alcanzar a usos como biopsias y otros procedimientos quirúrgicos más complejos. Por supuesto, este es uno de los infinitos campos de trabajo en los que podrán desarrollarse estos motores que prometen la más alta precisión y confiabilidad. Por ahora la información es muy escueta y no pasa de un anuncio de prensa y una pequeña imagen, pero esperamos con optimismo mayor información para volcarla y desarrollarla aquí, en NeoTeo.