Si la humanidad llega a convertirse en una Civilización Tipo 2, habrá resuelto todos los problemas que nos afectan hoy… pero inevitablemente encontrará otros. La galaxia, el universo entero está en movimiento, y con un poco de mala suerte, hay eventos que nos borrarían del mapa, incluyendo una supernova cercana o un brote de rayos gamma. Sin embargo, existe un recurso que nos ayudaría a escapar de ese destino: El motor estelar. Si nuestro Sistema Solar se encuentra en peligro, ¿por qué no moverlo a otra parte…?
Una vez más, la explicación del motor estelar llega a través del canal Kurzgesagt, que nos enseñó conceptos como el Skyhook para colocar material en órbita, la «emergencia» o por qué cosas estúpidas por separado se vuelven inteligentes juntas, y el Gran Filtro, una teoría viable frente a la aparente falta de vida en el universo.
La idea del motor estelar responde a una amenaza externa, pero no es obligatorio pensar en escalas como las de un agujero negro errante. La simple «visita» de otra estrella o de un objeto subestelar (por ejemplo, una enana marrón) podría borrar por completo la vida en la Tierra… a menos que nos quitemos de su camino. La primera ventaja es que como especie tendríamos mucho tiempo para prepararnos, de modo que algo imposible «hoy», sólo sería «muy difícil» para una Civilización Tipo 2. La segunda es que no necesitamos mover cada objeto del Sistema Solar. Si desplazamos al Sol, todo lo que está atado a su gravedad lo acompañará.
El más sencillo de los motores estelares es el llamado Propulsor Shkadov, equivalente a un espejo o vela solar ubicada en posición fija sobre uno de los polos del Sol (de lo contrario, corremos el riesgo de freír o congelar planetas). La forma de parábola hace que la radiación solar reflejada (cerca del 50 por ciento) genere impulso y mueva lentamente al Sol. El propulsor Shkadov limita nuestras opciones de movimiento, pero deberían ser suficientes para escapar en la mayoría de los casos.
Ahora, ¿qué sucede si «no» es suficiente? ¿Es posible escapar más rápido? Kurzgesagt nos presenta una variante llamada Propulsor Caplan, que combina una superestación espacial con una esfera o anillo de Dyson para extraer material solar, y alimentar así a un reactor de fusión, el cual dispara una corriente de partículas al 1 por ciento de la velocidad de la luz, mientras que un segundo propulsor empuja al Sol, casi como un remolcador.
El propulsor consume millones de toneladas de material por segundo, pero nuestra estrella no se vería afectada (de hecho, su vida sería más larga), y su eficiencia es tal que podría desplazar a todo el sistema hasta 50 años luz en un millón de años.