Una época tomada por asalto. Un juego que rompió todas las reglas establecidas. Adultos incapaces de contener la demanda y jóvenes que primero hacían fila para jugar en las recreativas, y luego pasaban horas frente a ports relativamente fieles en sus consolas hogareñas. La industria de los videojuegos ha tenido algunos de los llamados “títulos bisagra” y sin lugar a dudas, el Mortal Kombat fue uno de ellos. Pero hubo mucho más detrás del título, las secuelas y las ventas. También hubo personas, profesionales que cedieron sus gestos y sus movimientos para dar forma a aquellos personajes de leyenda que repartieron sangre y patadas en nuestras pantallas. Y ni hablar de la controversia, que cambió la forma de clasificar videojuegos para siempre…
El gancho a la mandíbula dio de lleno sobre el guerrero de azul, encontrando su destino en una fosa llena de cuchillas. Inserta otra moneda.
No se puede agregar mucho más sobre Mortal Kombat. Lanzado en recreativas en agosto de 1992, rápidamente se convirtió en el juego más buscado de las salas. Millones de adolescentes alrededor del globo gastaron una cantidad aún mayor de monedas por la simple oportunidad de arrancarle la cabeza a un rival (espina incluida), incendiarlo o decapitarlo. El repertorio de personajes no era tan amplio: Apenas siete en total (con Reptile como personaje secreto), mas dos batallas contra los jefes, en comparación con los ocho y cuatro del hasta entonces imbatible Street Fighter II. ¿Pero qué era lo que tenía a favor Mortal Kombat? Lo violento, lo explícito, y lo real de los movimientos de sus personajes. Mortal Kombat no recurría a animaciones caricaturescas, sino que estaba basado en “sprites” digitalizados de actores de carne y hueso, que llevaron adelante duras sesiones para llenar de acción a estos famosos guerreros.
Ho-Sung Park dio sus movimientos a Liu Kang y Shang Tsung, mientras que Richard Divizio hizo lo mismo con Kano, y Elizabeth Malecki con Sonya Blade. Los heramnos Pesina, Carlos y Daniel, se repartieron el resto de los roles. Carlos hizo de Rayden, mientras que Daniel realizó los movimientos para Johnny Cage, Sub-Zero, Scorpion y Reptile (Goro se basó en un modelo de arcilla, creado por Curt Chiarelli). Como pueden observar en los vídeos, las sesiones de captura podían llegar a ser largas, tediosas y repetitivas, pero el resultado final fue definitivamente sensacional. Los diferentes ports que recibió el juego aplicaron ciertos cambios, siendo la versión de SNES la que más drásticamente fue modificada, pero los movimientos generales de los personajes se conservaron intactos, y el éxito obtenido provocó que algunos de estos actores estuvieran presentes en las entregas posteriores de la saga.
El ruido mediático creado por Mortal Kombat llevó a que los actores realizaran presentaciones para algunos programas de televisión, como fue el caso del primer episodio de la tercera temporada del clásico británico GamesMaster, pero también existieron ciertos roces. Aproximadamente un año después, Daniel Pesina fue despedido de Midway por utilizar el disfraz de Johnny Cage en el anuncio del juego BloodStorm, creado por Strata en 1994. La idea detrás de BloodStorm era robar parte del éxito cosechado por Midway y Mortal Kombat, pero esto nunca sucedió.
Por otro lado, Elizabeth Malecki demandó a Midway, en primer lugar por solicitar un mayor margen de las ganancias sobre las versiones de consola, y por haber usado su imagen en uno de los fondos de Mortal Kombat II (recuerden que Sonya y Kano no podían ser escogidos en MKII, ya que estaban encadenados en el escenario de Shao Kahn). A esta demanda se unieron Katalin Zamiar (Kitana, Mileena y Jade en MKII) y Phillip Ahn (Shang Tsung en MKII), pero la corte falló en favor de Midway.
Por supuesto, junto con el primer Mortal Kombat llegó la controversia, o deberíamos decir la hipocresía. ¿Por qué? Porque no había problemas en llenar de plomo a enemigos y dejarlos muertos sobre un charco de sangre, pero era “demasiado explícito” que un hombre le sacara el corazón del pecho a otro. Eran años en los que la censura se esgrimía a diestra y siniestra, y los videojuegos apenas resultaron un punto más en la lista, junto con las letras de algunas canciones de rock en los ‘80, y ciertas películas al estilo de “Indiana Jones y el Templo de la Perdición” y “Gremlins”, que llevaron a la creación de la clasificación PG-13.
Mortal Kombat puede haber sido uno de los primeros títulos que generó “malestar” entre políticos y “padres preocupados” ese año (ni siquiera es necesario mencionar a Custer’s Revenge del ‘82), pero no el único, ya que el título “Night Trap” fue retirado del mercado prematuramente por sus “muertes violentas”. Un año después se formaría el famoso ESRB, del cual podemos ver etiquetas en prácticamente todos los videojuegos, clasificando su contenido. ¿La ironía? Hoy puedes ver tanto las fatalities como las escenas de Night Trap en YouTube.
Los días de Mortal Kombat con actores reales quedaron atrás, y lo mismo se puede decir para todos los videojuegos en general. No hay más “rotoscoping” como en “Prince of Persia” o CD’s enteros de películas en formato QuickTime al estilo de “The Journeyman Project 2”. El poder de procesamiento y la calidad de animación actual han absorbido a todas estas técnicas, pero nadie puede negar que Mortal Kombat llegó a su pico de popularidad en parte gracias al trabajo de estos actores que por horas lanzaron patadas y golpes frente a una cámara.