Acercándonos cada vez más a lo que es la pesadilla en vida de los creacionistas, los monos vuelven a demostrar lo cercanos que están a nosotros como especie al poder realizar tareas impresionantemente complejas para un animal. En un experimento reciente se ha podido atestiguar a monos moviendo brazos virtuales con sus mentes, algo que suena más a ciencia ficción que a artículo de la Universidad de Duke.
Mil quinientos años después de la 4ta revolución industrial, los terrícolas presenciamos, con un asombro muy parecido al temor más visceral, cómo nuestro territorio era conquistado por seres de una maestría mental inaudita, que no llegaban desde planetas lejanos, sino que surgían de nuestros propios laboratorios. Atacando en manadas, las garras de los ágiles mentalistas se enterraban en los cráneos humanos, convirtiéndolos en marionetas a las cuales llamaban “primos bobos”. Lo que es ciencia ficción puede convertirse tranquilamente en realidad de ahora en más, pues la escalada de los chimpancés mentalistas ya tiene un antecedente en la Universidad de Duke. Miguel Nicolelis, el neurobiologista detrás del experimento, contó cómo los monos han aprendido a mover un par de brazos virtuales utilizando directamente su cerebro.
Video de los monos controlando brazos virtuales con su mente
En el estudio, Nicolelis y sus colegas registraron señales de casi 500 neuronas en los dos hemisferios del cerebro del mono, utilizando matrices de diminutos electrodos implantados en áreas relacionadas con el movimiento del cortex. Este es el mayor número de neuronas grabadas hasta la fecha, y esto permitió que los monos fueran entrenados para operar un par de brazos de avatar en un entorno virtual, primero con joysticks, y más tarde, con la mente. Los animales realizaron una tarea virtual que requería usar ambos brazos, y gracias a las grabaciones de las neuronas que se habían conseguido, el resultado fue prometedor. Con el tiempo, los monos mejoraron su capacidad para controlar los brazos virtuales con su cerebro, logrando un mejor desempeño en la tarea de dos brazos. Además, los cerebros de los animales mostraron una reorganización notable, lo que se conoce como plasticidad.
El hallazgo, que viene del mismo grupo que recientemente fusionó dos cerebros de ratas, es la última manifestación de los esfuerzos para registrar las señales del cerebro y utilizarlos para operar computadoras o prótesis. Como las lesiones de la médula espinal, los accidentes cerebrovasculares y enfermedades neurodegenerativas causan millones de casos de parálisis en todo el mundo, el objetivo final de esta investigación consiste en restaurar el control físico a las personas con estas condiciones, sufridas tanto por accidentes como por enfermedades. La hipótesis que quedó establecida y publicada en la revista Science Translational Medicine, sugiere que los cerebros de monos están incorporando los brazos virtuales a su imagen corporal interna.