Resulta completamente absurdo negarlo: Tesla Motors sabe una cosa o dos sobre coches eléctricos. Sus productos resistieron todas las críticas y pruebas que la industria automotriz colocó en su camino, pero el plan de Elon Musk y compañía nunca ha sido dormir sobre los laureles. En febrero de 2012, Tesla presentó al Model X, técnicamente el primer CUV eléctrico del planeta. Las primeras entregas comenzaron esta semana, y a pesar de su alto precio, todo parece indicar que vale cada centavo.
Algunos le dicen «crossover» o «CUV». Otros, «SUV de lujo». Llamarlo «utilitario» suena demasiado simple para lo que ofrece, pero es algo típico entre los coches de Tesla: Cuesta trabajo definirlos. Sin embargo, las dificultades para el Model X no estuvieron limitadas a su identificación. Veamos: El plan original de Elon Musk era entregar las primeras unidades a comienzos de 2014. Esto fue desplazado a fines de ese mismo año, para cumplir con la entrega de 20 mil modelos S, pero fue en noviembre de 2014 cuando se confirmó la segunda demora, trasladando el debut del Model X al tercer trimestre de 2015. Finalmente, el Model X es un hecho, y para ser honestos… Tesla Motors hizo una nave espacial.
El Model X se encuentra disponible con diferentes packs de baterías de litio (70, 85 y 90 kW/h), pero aún con un peso superior al de un Modelo S (un ocho por ciento de diferencia), este CUV puede hacer un «0 a 100» en apenas 3.2 segundos (en su modo Ludicrous). La EPA estableció su autonomía en 257 millas, algo así como 413 kilómetros con una sola carga, y aunque parezca mentira, puede llevar un máximo de siete personas. Las puertas, bautizadas «puertas de halcón» por Tesla Motors, requieren un mínimo de 30 centímetros para abrirse, un valor insignificante si lo comparamos con otras puertas similares. El Model X está repleto de sensores que le permiten detectar cualquier potencial obstáculo y evitar golpes en las puertas cuando se abren, y como si eso fuera poco, recibió una capacidad de remolque Clase 3, lo que se traduce en unas 2.2 toneladas.
Algunos medios reportaron que el Model X también posee un modo para resistir ataques bacteriológicos… y no están exagerando. De acuerdo al propio Musk, el Model X cuenta con un filtro HEPA que en su modo máximo de protección puede brindar una calidad de aire similar a la que existe en el quirófano de un hospital, manteniendo a raya virus (hay dudas sobre esto), bacterias y esporas. Lógicamente, no faltó el portal que salió a quejarse sobre la calidad general de la presentación para el Model X, esperando un debut en sociedad mucho más elaborado, pero el valor de un keynote es irrelevante si el producto al final cumple con lo que promete. ¿Quieres uno? Bien, necesitas como mínimo 132.000 dólares, y esperar entre ocho y doce meses si lo ordenas hoy.