La videollamada puede ser simplemente una novedad tecnológica para muchos usuarios, pero lo cierto es que posee un potencial impresionante para incrementar nuestra capacidad de comunicación. Para visualizar esto, pensemos en aquellas personas que son sordomudas. En la mayoría de los casos sólo pueden aprovechar las funciones de texto de un smartphone, pero con las videollamadas dentro de la ecuación, el lenguaje de señas se convierte en una vía de comunicación completamente viable. Actualmente existen limitaciones de ancho de banda y de costos que todavía no han sido resueltas, pero tal vez la respuesta esté en un nuevo software desarrollado en la Universidad de Washington, que reduce la demanda de ancho de banda para videollamadas.
Muchos han quedado sorprendidos tras conocer la función FaceTime presentada junto al iPhone 4. Sin embargo, hubo un detalle extremadamente importante que Steve Jobs reveló sin caer en la jerga técnica: La demanda de ancho de banda para esta función es gigantesca. Sólo funciona a través de Wi-Fi, y los problemas resultaron más que evidentes cuando Jobs debió solicitar en reiteradas ocasiones a los presentes que apaguen el Wi-Fi de sus portátiles para poder realizar la demostración de forma efectiva. En otras palabras: La videollamada ya está entre nosotros desde hace tiempo, el problema es utilizarla. En algunos lugares del globo, las señales 3G son muy pobres. En otros lugares, excesivamente costosas. Y por supuesto, hay lugares en donde suceden ambas cosas. Además de mejorar la forma en la que nos comunicamos, la videollamada es especialmente útil para personas sordomudas. Con la videollamada, pueden utilizar el lenguaje de señas y expresarse de forma mucho más completa, sin estar limitados a los correos electrónicos o los mensajes de texto.
El problema de la banda ancha es muy serio en los Estados Unidos. Ya hemos leído en múltiples ocasiones las cuestionables políticas de algunos proveedores en aquel país. Hasta que todas las partes afectadas no puedan llegar a un acuerdo para aumentar el ancho de banda disponible y reducir su costo, se deben explorar otras alternativas. Una de ellas es un sistema desarrollado por ingenieros de la Universidad de Washington llamado MobileASL, capaz de aumentar en forma significativa la eficiencia en la utilización de ancho de banda cuando una persona sordomuda se comunica por videollamada. El software concentra la calidad de la imagen sobre las manos y el rostro, además de poseer funciones de detección de movimiento que determinan si la persona está utilizando señas o no. Las pruebas iniciales han podido reducir la velocidad de datos requerida hasta unos treinta kilobytes por segundo, una transferencia que podría ser cubierta por una simple conexión de 256 kilobits por segundo.
El proyecto MobileASL fue iniciado hace aproximadamente cinco años, y debido a la ausencia de teléfonos móviles con cámara frontal en el mercado estadounidense, se vieron en la necesidad de importar móviles desde Europa. Ahora, con los más modernos ejemplos de smartphones que poseen cámara frontal, planean desarrollar el software para hacerlo compatible con la mayor cantidad posible de dispositivos. De momento, sólo funciona con Windows Mobile, aunque la prioridad principal será realizar un "port" del MobileASL para que pueda ser ejecutado bajo Google Android. Esperamos que su disponibilidad llegue pronto a un nivel masivo. Todo proyecto que posea el potencial para romper límites y expandir la capacidad de comunicación de las personas, es sin lugar a dudas bienvenido.