Tal vez algunos cuestionen su existencia por razones de privacidad, pero si pensamos en situaciones de riesgo como incendios o combates, ver lo que hay a la vuelta de una esquina puede ser extremadamente útil. Hace ya un tiempo mencionamos que el MIT estaba trabajando en una cámara con tecnología láser que podía detectar aquello que no estuviese en su línea de visión. La cámara propiamente dicha realiza algo más cercano a una interpretación que una visualización, pero no por eso deja de ser impresionante, y ahora, es posible saber más sobre ella a través de un vídeo.
Hay muchas razones para desear ver lo que hay a la vuelta de la esquina antes de que lleguemos allí. La seguridad es una de ella, y perfectamente válida, ya que alguien podría estar escondido para realizar un asalto o para atacar a una patrulla (por ejemplo, en escenarios de guerra urbana). También debemos imaginar situaciones de rescate, como un incendio que bloquea el paso, cuando se necesita saber si más adelante hay un derrumbe que comprometa la integridad estructural del edificio afectado, o una persona herida que debe ser retirada con urgencia de allí. La tecnología ha ofrecido hasta ahora diferentes formas para determinar qué hay a la vuelta de una esquina (desde espejos y fibra óptica hasta cámaras montadas en helicópteros de radiocontrol), sin embargo, el punto aquí es que estamos ante una cámara que puede hacer ese trabajo por sí sola. Ya habíamos hablado de ella hace un tiempo, pero como podrán comprobar, el proyecto ha avanzado en gran medida.
En realidad, debemos ser más específicos al decir que la cámara no “ve”, sino que “interpreta” una imagen. Este desarrollo del MIT está basado en los disparos de un láser de pulso (con intervalos en el orden del femtosegundo) contra una pared cercana. La luz se dispersa, impacta contra el objeto en cuestión, y rebota hasta que eventualmente es recogida por el sensor de la cámara, que de acuerdo a la información oficial posee una resolución temporal de dos picosegundos. Al repetir el proceso con diferentes posiciones del láser, la cámara (midiendo el regreso de la luz desde diferentes ángulos) puede capturar la información suficiente para realizar una reconstrucción parcial (aunque bastante completa) del objeto en tres dimensiones, gracias a la intervención de un algoritmo.
En términos más sencillos, la cámara trabaja como un periscopio, pero utiliza un pulso láser y muros en vez de espejos calibrados. De más está decirlo, la clave está en que el láser tenga algún lugar en el cual rebotar, o de lo contrario es muy poco probable que la cámara pueda “ver” algo. Aún así, sus desarrolladores tienen la esperanza de poder mejorar el sistema, y aumentar la calidad de las imágenes. Durante la investigación descubrieron que hay varios puntos en común con la utilización de múltiples antenas para determinar la dirección de una señal de radio, por lo que tal vez sigan esa línea. Incrementar la cantidad de sistemas láser emitiendo pulsos (y por extensión, la cantidad de luz que recibe el sensor) tal vez sea una buena idea para lograr ese objetivo, siempre y cuando puedan superar los inconvenientes técnicos que un cambio de esa magnitud debe tener asociados.