En los últimos días ha estado circulando un reportaje de Lesley Stahl para el famoso programa de televisión 60 Minutos, sobre el estado de los misiles nucleares a cargo de la Fuerza Aérea Estadounidense, y de la tecnología que usan allí. Imágenes sobre terminales analógicas y discos de ocho pulgadas recorrieron el mundo, y aunque la periodista quedó asombrada, hay una extraordinaria razón para su presencia, que va más allá del presupuesto.
¿Qué lleva a una estructura militar como es la Fuerza Aérea de los Estados Unidos a mostrar una parte del arsenal nuclear que está a su cargo? Ciertamente no es la intimidación. Después de todo, quienes seguimos de cerca las novedades sobre ciencia y tecnología tenemos una muy buena idea de lo que pueden hacer un par de misiles nucleares. Sin embargo, la opinión pública puede ser más devastadora para una fuerza militar que el enemigo mejor equipado. A comienzos de este año, se descubrió que varios oficiales nucleares (primero 34, después 91) de la base Malmstrom en Montana estuvieron involucrados en una serie de exámenes mensuales fraudulentos, y en la posesión de narcóticos, lo que llevó al despido de nueve comandantes. Los esfuerzos por reparar esta imagen han sido considerables, e incluso permitieron el acceso, bajo ciertas condiciones (el uso de equipo autorizado por la Fuerza Aérea, y la revisión del material), de la periodista Lesley Stahl y sus camarógrafos, para el programa 60 Minutos.
Como era de esperarse, lo primero que encontró en el silo fue un diseño característico de la década de los ‘60, la temporada más caliente de la Guerra Fría. Después quedó sorprendida por lo jóvenes que eran algunos de los oficiales (menos de 26 años). Tres interruptores y una llave guardada bajo dos candados (cada oficial tiene uno de los códigos) sirven como capas de seguridad adicionales para el lanzamiento de los misiles. Sin embargo, lo que más impactó a Stahl fue la edad del equipamiento. Siguiendo la misma línea del silo, los sistemas allí tienen entre 40 y 50 años de antigüedad, y una de las plataformas de comunicación utiliza discos floppy de ocho pulgadas. También utilizan líneas de teléfono analógicas, que de acuerdo al contenido del reportaje, son bastante inestables en su funcionamiento. Existen planes para la actualización de los centros de control, con un presupuesto base de 19 millones de dólares.
Aún así, los discos de ocho pulgadas no se irán a ninguna parte. La última auditoría hecha sobre el sistema concluyó que es extremadamente seguro ante cualquier clase de ciberataque. Además de no estar conectado a la Web (tal vez el mejor ejemplo de air gap que podemos ver en funcionamiento), el malware moderno no es compatible con esa arquitectura. No es la primera vez que escuchamos sobre el uso de hardware “obsoleto” en nombre de la seguridad y la estabilidad. Los satélites de la constelación Iridium tienen chips PowerPC 603E en su interior, un diseño con más de quince años de edad. Seguridad a través de sistemas conocidos y evaluados, independientemente de su edad, es una buena idea en situaciones específicas.
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