¿Qué podemos hacer con un ordenador que ya tiene algunos años sobre su espalda? A pesar de las múltiples opciones que flotan en la Web, esta pregunta se repite con mucha más frecuencia de la que imaginamos. Desde un servidor de archivos hasta una máquina MAME, productividad y entretenimiento se disputan a ese hardware viejo, pero la distro MiniNo PicarOS nos presenta una alternativa más educativa.
Mi servidor de archivos aún me está mirando desde un rincón, esperando un reemplazo definitivo para su disco duro de 500 GB, el cual anunció su retiro de forma completamente unilateral y sorpresiva. Son cosas que pasan en el mundo del hardware. Algunas piezas cumplen con su ciclo natural, pero otras son desplazadas sin que hayan fallado, cortesía de la obsolescencia programada. Todos sabemos bien que Microsoft terminó el soporte extendido de Windows XP (a menos que se arrepienta de nuevo), y con su decisión provocó que muchos sistemas sigan la misma ruta. Ante estos casos, siempre nos preguntamos lo mismo: ¿Por qué descartamos esos ordenadores? La flexibilidad del software nos permite cambiar sus roles, y modificar sus prioridades. Si no tienen más lugar en el escritorio, nada impide que se conviertan en cajas de emulación, reproductores de música, firewalls, servidores de vídeo para toda la casa, y por supuesto, plataformas educativas. ¿Cuántas carcasas repletas de hardware funcional acumulan polvo? ¿Cuántas netbooks duermen en roperos y escritorios…?
Una cosa es segura: La distro Linux MiniNo PicarOS puede hacer uso de todas esas opciones. MiniNo nace a partir de la combinación de dos proyectos: GALPon Mini, cuyo objetivo principal era desarrollar un sistema operativo actualizado y compatible para los ordenadores reciclados provenientes de la Universidad de Vigo, y Minino, que buscaba hacer una distro para terminales antiguas funcionando en entornos mucho más agresivos (que incluyen golpes, polvo, y cambios bruscos de temperatura). PicarOS es una de las tres variantes disponibles de MiniNo, preparada para niños en edad de educación primaria (3-12 años), y la que nos reúne aquí hoy. El último build de MiniNo PicarOS lleva el nombre de “Diego”, y está basado en MiniNo Ártabros, que a su vez utiliza como base a Debian Wheezy, con el entorno LXDE.
La apariencia de MiniNo PicarOS ha sido especialmente diseñada para agradar a los más pequeños, y cuenta con un interesante repertorio de juegos. Sin embargo, no pierde de vista el hecho de que su base es Debian, y ofrece todas las aplicaciones que podemos esperar de una distro así, incluyendo navegación web y edición avanzada de imágenes. La descarga de MiniNo PicarOS asciende a 3.6 gigabytes, por lo que será necesario volcar la imagen a un pendrive USB. Si el ordenador no soporta inicio vía USB, estoy seguro de que todos los interesados no tendrán inconvenientes en grabar la imagen sobre un DVD.
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