Toda introducción a la robótica suele estar asociada a la compra de un kit o de accesorios específicos que no siempre son amigables para el bolsillo en general, pero a decir verdad, necesitamos mucho menos de lo que imaginamos. En este proyecto, la estructura principal es una pinza de madera, de esas que utilizas para colgar la ropa. Una batería, clips de oficina, un par de LEDs, cables y un pequeño motor de vibración completan las especificaciones de este mini robot casero. ¿Qué esperas?
Informática, electrónica, robótica… a pesar de sus extraordinarios avances, siguen siendo las profesiones «del futuro» debido a los requerimientos laborales que se aproximan. Nuestra dependencia de los robots será cada vez mayor, y además de construirlos, también hay que programarlos.
Entonces, ¿por dónde comenzamos? ¿Cuál es la clave para enseñar a los más pequeños las posibilidades de esos campos? Y si el aspecto educativo/laboral no es una prioridad, ¿por qué no transformarlos en un hobby? Hace poco hablamos de Nybble, un gato robótico de código abierto muy fácil de ensamblar y modificar. Sería genial tener uno… pero cuesta 225 dólares. Si el plan es buscar una alternativa (mucho) más económica… entonces, nada mejor que una pinza de madera:
Construye un mini robot casero
Un motor de vibración atrapado en la pinza, un poco de pegamento para sostener a los LEDs en posición, dos cables que conectan a los LEDs (en paralelo) y al motor, una pizca de estaño (opcional), tres clips de oficina que sirven como «patas» para el robot, una batería CR2032 estándar (puedes usar un soporte, pero también es opcional), contacto con positivo y negativo, y eso es todo. Tu bicho robótico casero vibrará y se moverá hasta que la batería quede fuera de combate.
El diseño es básico por donde se lo mire, y la mejor parte es que probablemente ya tenemos las partes. Un viejo móvil podría donar su motor de vibración (siempre y cuando funcione con un mínimo de 3v), mientras que la batería sale de un reloj o una placa base vieja (un pack de 5 o 6 CR2032 vale menos de dos euros).
A partir de aquí, el cielo es el límite. Tu mini robot casero puede utilizar baterías más potentes, o motores adicionales ubicados en posiciones específicas. Nada te impide pegar dos pinzas juntas para incrementar el tamaño de la estructura, lo cual lleva a más piezas y mayores fuentes de energía… y cuando sea demasiado tarde, tendrás un Decepticon sobre la mesa. Así se empieza.
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