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Migración: ¿La única forma de sobrevivir?

Que nuestro planeta se está convirtiendo en un lugar cada día más complicado para vivir no es una gran noticia pero sí una triste realidad que para algunos ya no tiene retorno. Esta calamidad, que los seres humanos instalados en los grandes centros urbanos naturalmente se resisten a aceptar, tendrá efectos muy distintos en la diversidad de especies animales y vegetales que existen alrededor de todo el mundo. El ser humano por decisión, ambición y conveniencia soportará los embates del cambio climático de manera estoica hasta que tragedias de proporciones bíblicas azoten su hábitat y lo hagan recapacitar sobre la conveniencia de marcharse hacia tierras más propicias para vivir. Los animales, sin embargo, con su característica y silenciosa sabiduría ya han comenzado este proceso de reubicación hacia climas más favorables. Pero la pregunta que surge inmediatamente es: ¿Hasta cuándo?

En la mayoría de los casos, cuando la gente piensa en los efectos del cambio climático trae a su mente imágenes que ve por televisión o en importantes documentales plagados de datos estadísticos, e inclusive a veces apocalípticos, sobre si la temperatura variará un grado, dos grados o cuatro grados en los próximos decenios. Además, el hombre siempre imagina que verá todos estos cambios sentado cómodamente en su living a través de su nueva TV o en su nuevo ordenador. Nunca imagina la posibilidad de trasladarse a otro hábitat tratando de sobrevivir al caos que se le avecina. “No, eso es algo que le sucederá a otros. Nosotros aquí estamos seguros y hasta que el clima nos afecte de manera cruel pasarán millones de años. No hay de qué preocuparse”.

Sin embargo, un reciente estudio publicado por la revista Nature nos informa que un equipo de científicos creó un mapa mundial proyectado a un tiempo de 100 años en el que se estima cómo se moverá y manifestará el cambio climático a través de las distintas zonas del planeta. En el informe también se incluye la velocidad en la que esto ocurrirá. Según el equipo perteneciente a la Institución Carnegie para la Ciencia de la Universidad de Stanford, los cambios avanzarán más rápidamente en las zonas donde predominen las planicies, los bañados, los desiertos y toda esta clase de terrenos. Los datos revelados apuntan a un ritmo de hasta 6 kilómetros por año en estas áreas. Es lógico imaginar que no en todo el planeta existirá un patrón fijo de cambios a partir de estos anuncios, pero la realidad indica que el proceso ha iniciado y que se encuentra en plena expansión.

En el caso de las zonas montañosas, esta situación es un poco más favorable ya que a medida que se comienza a ganar elevación, la temperatura comienza a descender de manera rápida, por lo que las distancias a recorrer para encontrar un clima menos hostil serán menores para las especies animales y/o vegetales que habiten ese zona que para aquellas que se encuentren en las inmensas planicies, como puede tener América en su parte sur y en su parte norte. Entonces, será el hombre el que deba llevar a las distintas especies que ya no puedan soportar los embates del nuevo orden climático hacia nuevos espacios donde se establezcan y logren sobrevivir más allá de lo que este presente les depare. Por supuesto que este cambio no será mañana ni dentro de uno o dos años, pero los estudios indican que la temperatura está variando, en algunos casos más rápido de lo que las especies pueden movilizarse hacia otras regiones con condiciones de vida más favorables.

Habrá, como en toda cadena evolutiva, animales y vegetales que se adaptarán a los cambios que se avecinan. De todas maneras, algunas especies lograrán sobrevivir un tiempo hasta que al final deberán emigrar obligatoriamente. La incógnita se plantea acerca de cuán rápido podrán desplazarse o emigrar de una región a otra. Existen en el mundo algunas organizaciones que están tomando recaudos y previsiones sobre estos temas como lo es la Y2YYellowstone to Yukon– donde existe un corredor especialmente preparado para albergar a las especies que necesiten emigrar hacia zonas más seguras y más confortables para una vida saludable. Este emprendimiento funciona bajo el nombre "Programa de Preparación para el Cambio Climático" y pretende establecerse como modelo a escala mundial para preservar la biodiversidad. Actualmente se encuentra trabajando para anticipar y, si es necesario, ajustar sus programas para responder a los impactos del cambio climático.

Casi una decena de lugares alrededor de todo el mundo poseen las características para convertirse en verdaderas áreas protegidas con una extensión suficiente como para albergar la fauna y la flora que aún hoy tiene la posibilidad de sobrevivir a una extinción segura, si el hombre no declina en su afanosa tarea de autodestrucción. Y es aquí donde la pregunta se hace obligatoria: ¿Estás dispuesto a emigrar hacia latitudes más frías y favorables? ¿El ser humano estará preparado para una supervivencia inteligente como la de los animales que emigrarán silenciosamente hacia zonas que les permitan una continuidad de la especie? ¿El hombre será capaz de abandonar todo lo material que hoy tiene, conoce y disfruta? Las antiguas civilizaciones que poblaron la Tierra no tenían el problema de necesitar WiFi  imperiosamente a donde fueran. Con calor, comida y refugio ante las adversidades del clima, lo tenían todo. ¿Las generaciones del siglo XXII o XXIII serán capaces de dejarlo todo para emigrar en pos de la conservación de la especie? ¿Tú qué opinas?

Escrito por Mario

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