Interesado en participar activamente de lo que será la evolución natural de las impresoras 2D a la impresión 3D, Microsoft quiere que la traslación (que en realidad se presenta como alternativa, no como superación y anulación) a las impresoras de nueva generación sea cómoda, fácil y estable. Para eso está presentado un formato de estandarización de documentos y una interfaz simple, para que la impresión 3D sea tan fácil como la 2D.
Microsoft no le escapa al nicho incipiente de las impresoras 3D, que lejos aún de estar en pleno apogeo, ya comienzan a vislumbrar futuros fructíferos para quienes van adelante en la carrera de su desarrollo. En los últimos años la compañía de Redmon hizo algunas inversiones calientes sobre la forja de esta nueva tecnología y hasta estuvo sentando las bases de un formato a estandarizar, el 3MF. Según Microsoft, el formato nació de la mixtura de ideas entre ellos y los fabricantes de hardware para impresoras 3D, así como también de sus socios en el área de software que participaron activamente en la elaboración de modelos de trabajo. La creación de este formato estándar y de la consecución de una simplicidad como la lograda en la impresión 2D, son hoy parte de la misión de Microsoft.
A medida que se fueron cerrando algunas asociaciones técnicas, Microsoft comenzó a tener más seguridad sobre la elaboración del formato estándar, que se llamará “3D Manufacturing format” (Formato de Fabricación 3D), sin ningún tipo de mención directa a Microsoft en su sigla. El formato tiene la intención de aglomerar las necesidades de la industria, como guía para conocer el soporte de color y materiales de un documento a imprimir. Recordemos que en el futuro se imprimirá con diferentes materiales, y no todos los modelos podrán ser impresos con cualquier material. Desde Microsoft dicen que el 3MF “es como el ADN para la impresión 3D en Windows”, y por eso este formato será concluyente para la nueva generación de impresoras 3D.
La apreciación de similitudes entre los conceptos de impresión 2D y 3D sorprendieron a los investigadores, y por eso quisieron crear una interfaz que fuera lo más intuitiva posible, muy similar hasta la que hoy se utiliza en la impresión convencional. Como se puede ver en el vídeo de demostración anterior, el proceso de envío de un archivo de diseño a una impresora 3D parece ser tan sencillo como enviar tu curriculum vitae a la impresora de inyección de tinta. Esto es exactamente lo que quiere Microsoft que Windows 8.1 otorgue: simpleza y estabilidad. Microsoft ha hecho otra movida clásica para poner su pie sobre una industria, y lo hace bien y con buenas ideas. Ahora habrá que esperar la respuesta del resto de los participantes y otras buenas ideas de su parte.