Las diferencias entre la visión de Microsoft y la del mundo Linux son bien conocidas, pero en más de una ocasión se han detectado «puntos de encuentro», como proyectos que buscan trasladar herramientas específicas de una plataforma a la otra. Sin embargo, el gigante de Redmond abrió su conferencia BUILD 2016, y arrojó una bomba: Gracias a un acuerdo especial con la gente de Canonical, Windows 10 recibirá a nada menos que Bash, el histórico shell que los usuarios de Unix, Linux y OS X han dominado durante años enteros, y su ejecución será nativa, o sea, sin máquinas virtuales.
Windows 10 es «la» estrella de la conferencia BUILD 2016, por lejos. La gran mayoría de los anuncios que se hicieron el día de ayer giran alrededor del sistema operativo insignia de Microsoft, y sus novedades son tantas que uno no sabe exactamente por dónde empezar. Hagamos el intento: En primer lugar, Windows 10 tendrá una «actualización de aniversario» que llegará a los usuarios en el verano, y si tenemos en cuenta que su debut el año pasado fue el 29 de julio, calculamos que el update se manifestará cerca de esa fecha. Después tenemos la inclusión de verificaciones biométricas para las apps de Windows 10 (por ejemplo, puedes ingresar a un servicio Web con Edge usando tus huellas), la unión de las tiendas de Windows y Xbox One, optimizaciones mayores para Cortana, y más aplicaciones universales… pero entre todos estos adelantos encontramos a un invitado muy especial, y sin lugar a dudas inesperado: Bash.
¿Bash? Sí, Bash. El famoso shell de Unix, Linux y OS X, estará disponible en Windows 10. Muchos usuarios en este punto pensarán: «Cygwin lleva años encargándose de eso», y desde cierto punto de vista tienen razón… pero ahora es diferente. ¿Por qué? Bash llega a Windows 10 gracias a un acuerdo entre Microsoft y la gente de Canonical, el cual también incluye la posibilidad de ejecutar Ubuntu bajo Windows 10. Sé que suena como una broma entre técnicos, pero no es así: Además de Bash, los usuarios de Windows 10 tendrán acceso al user space de Ubuntu, y a cosas como apt, ssh, o wget… sin olvidar los miles de binarios en los repositorios de Ubuntu. ¿Lo más sorprendente de todo? Esto no es una máquina virtual, ni hay necesidad de recompilar. Los binarios de Ubuntu corren de forma nativa, sin modificaciones. En esencia, es una «capa de traducción» que toma los syscalls de Linux y los transforma en syscalls de Windows. Un «Wine en la otra dirección», si se quiere.
Bash y el user space de Ubuntu en Windows 10 equivalen a una noticia enorme por donde se la mire. Algunos sitios colegas han hablado de «la novedad más importante para los desarrolladores en los últimos diez años», aunque en lo personal no me atrevería a decir eso. El proyecto entero está basado en lo que es Ubuntu 14.04 LTS, pero con la versión 16.04 LTS a la vuelta de la esquina, imagino que habrá varios cambios. La opinión de los usuarios sobre esto ha sido bastante colorida en la Web. Por un lado están los que le dan la bienvenida a Bash (el público presente durante el anuncio explotó en aplausos), mientras que el resto considera que Microsoft tiene objetivos más «siniestros», y expresan preocupación por Canonical. En resumen: Paciencia. Todo este paquete estará disponible dentro de poco, y cada usuario podrá juzgar por su cuenta.
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