En la Universidad de Michigan han desarrollado un microprocesador de 8 bits, basado en un complejo sistema de válvulas, que es capaz de funcionar como un microprocesador tradicional sin necesidad de electricidad. El invento, que difícilmente se utilice algún día para construir un ordenador, sólo necesita aire a presión para realizar su trabajo.
No deja de ser una curiosidad de laboratorio, y difícilmente tenga alguna utilidad práctica. Sin embargo, es casi imposible no maravillarse ante el ingenio de Minsoung Rhee y Mark Burns, ambos de la Universidad de Michigan. Utilizando un complicado circuito basado en tubos y válvulas, estos dos inventores han desarrollado el equivalente de un microprocesador de 8 bits como el que hacía funcionar a las Commodore 64 o Sinclair Spectrum, que no basa su funcionamiento ni en el silicio ni en la electricidad: su invento procesa señales binarias mediante la presencia o ausencia de presión de aire. En efecto, las cadenas de 1s y 0s fluyen a través de los canales del procesador, atravesando (o no, según corresponda) una serie de válvulas neumáticas que sirven para controlar del flujo de las señales.
Evidentemente no estamos ante el procesador más rápido del mundo. La velocidad del flujo de aire dentro del “microprocesador neumático” no tiene nada que hacer frente a los electrones que circulan casi a la velocidad de la luz dentro de un chip convencional. Rhee y Burns se han limitado a replicar la arquitectura de un microprocesador convencional mediante puertas lógicas, flip-flops y registros implementados con elementos de la neumática. Una simple curiosidad, que seguramente les demandó unas cuantas horas de desarrollo y un buen montón de billetes.