Por primera vez un equipo de científicos ha logrado generar tejido neuronal funcional y trasplantable a partir de células madre. Las posibilidades son inmensas, pues este descubrimiento ayudará a diseñar nuevos fármacos y abre la puerta para acabar con el cáncer y enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
Los científicos del Instituto Riken están que se salen. Una semana sí y otra también nos sorprenden con nuevos y prometedores avances en el ámbito de la biología celular. Ahora aparecen en los medios científicos con una noticia que ofrece nuevas esperanzas para enfermedades cerebrales causadas tanto por degeneraciones como por traumatismos. Tal y como informa la revista Cell, una de las más prestigiosas del mundo, un grupo japonés del prolífico instituto Riken ha logrado crear tejido de neuronal perfectamente funcional y transplantable a partir de células madre embrionarias. Este tejido es la sustancia de la que están hechos los hemisferios cerebrales y que representa el “centro de control” de todo el organismo. El tejido que han logrado generar equivale a la corteza cerebral de un feto, capaz de transmitir señales eléctricas y de comunicarse con otras células similares. “No es tejido adulto -explica el doctor Yoshiki Sasai- pero esperamos que en el futuro podamos obtener tejido más maduro que sea similar al que se encuentra en la corteza del adulto humano”.
Hasta este momento se habían conseguido generar varios tipos de célula a partir de las células madre pero nunca una tan sofisticada como la que se necesita para el tejido cerebral. Como explica María José Sánchez, del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD), “Hasta hace apenas 10 años, las únicas células madre que se conocían eran las de la médula ósea, las células madre hematopoyéticas que dan lugar a todos los linajes sanguíneos y que se emplean desde hace décadas en el trasplante de médula”, un verdadero ejemplo de medicina regenerativa. Sin embargo, hoy en día se ha avanzado tanto en este terreno que se han identificado células madre adultas en casi todos los tejidos del organismo. Además de las células madre hematopoyéticas, existen las mesenquimales (también presentes en la médula y precursoras además de huesos, cartílagos o grasa), las epidérmicas, las del sistema nervioso central, pancreáticas, retinales, cardíacas, del cerebro, de la piel, musculares, del hígado, el intestino, etc. Incluso los tumores tienen sus propias células madre.
En estudios previos el grupo japonés había demostrado que las células madre embrionarias pueden diferenciarse y transformarse en diferentes tipos de células, pero no habían logrado que éstas se organizaran para formar tejidos funcionales. Pero el equipo de Sasai cultivó estas células madre en condiciones especiales durante 50 días hasta que observaron unos resultados que superaban sus expectativas. Explica el científico japonés “las células formaron una estructura similar a la de los hongos, de unos dos milímetros” explicó el investigador.“Una estructura muy parecida al cerebro del feto, o sea un minicerebro”, declaró. Hasta ahora el transplante de células simples pocos resultados ha obtenido en el tratamiento de muchas enfermedades porque se necesita tejido mas completo. Con este nuevo hallazgo será posible un mejor enfoque de las terapias regenerativas.
Los tejidos cultivados por los científicos del Instituto Riken aún se consideran insuficientes y demasiado pequeños para resultar eficaces en tratamientos reales. Estos tejidos aún son inmaduros y como explica el Doctor Sasai “Nuestra investigación creó un microcerebro fetal pero ahora queremos llevar a cabo cultivos más grandes y tratar de lograr un tejido cortical más complejo, similar al del adulto”. Aun falta desarrollar la investigación. “La corteza fetal tiene cuatro capas y la del adulto tiene seis capas, así que todavía necesitamos mejorar nuestros cultivos para poder obtener esas dos capas adicionales”, agrega el investigador. Asegura también que pronto comenzarán los experimentos con personas.
Mientras alcanzan el objetivo, estos científicos apuntan a la posibilidad de emplear este tejido cortical aún inmaduro para realizar algunos transplantes en el cerebro que podrían reportar algún beneficio terapéutico. Lo que está claro es que pronto llegarán a producir tejido maduro y listo para reparar nuestros maltrechos cerebros además de desarrollar la fabricación de nuevos fármacos y comprender mejor el funcionamiento de nuestro organismo. Se habla incluso de crear cerebros de “diseño” para poder investigar sobre ellos sin caer en dilemas éticos. Quién sabe, esto no ha hecho más que empezar. Quizá veamos antes de lo que pensamos el fin del cáncer, la reducción de secuelas como las parálisis y la desaparición de enfermedades tan crueles como el Alzheimer.
Wow, ojala sigan teniendo buenos resultados.
Muy buena la nota Kir Ortiz!!
Saludos NeoTeo. ^^,
Kir para los amigos 😉
Gracias CristalCube. Creo que el futuro de la medicina va claramente por el camino de la ingenieria genética y de la biología molecular. Llegaremos a ser dioses. Al tiempo.
Ser dioses? uf..eso si que da miedo.