El satélite de última generación que la Agencia Espacial Japonesa(JAXA) colocó en órbita en Septiembre del 2010, les ha permitido alcanzar una precisión extraordinaria en el posicionamiento terrestre. Se trata del primero con que contará el proyecto QZSS, un sistema de tres satélites que llevará a los habitantes de Japón a unas cotas de exactitud en su geolocalización como nunca se había conocido antes. Por lo pronto, esta primera unidad ya ha demostrado hasta dónde pueden llegar sus procesadores de señal. Con este hito, los japoneses han adelantado a los europeos y a los chinos, que aún se hallan enzarzados en problemas económicos unos y de logística los otros.
Hoy día, con el sistema GPS americano se pueden alcanzar límites de precisión elevadísimos, pero debido a las limitaciones de los receptores comerciales no pueden proporcionar un margen de error que a muchos nos gustaría bajar (a no ser que utilicemos “trucos” como el sistema DGPS, que consiguen 1 metro o incluso el RTK GPS+GLONASS que logra los 5 mm). Sin embargo, los japoneses han puesto en marcha una iniciativa que supera las expectativas, llegando a unas cotas de precisión nunca alcanzadas en la vida real: 3 centímetros. Las pruebas han sido realizadas por la compañía que ha diseñado el satélite (Mitsubishi), en un coche de la misma marca, que ha recorrido las carreteras a una velocidad de 20 Kms/h y ha verificado tan brutal precisión. Los técnicos aseguran que hasta 80 Kms/h se mantiene esta fantástica resolución y que cuando haya más satélites en órbita incluso mejorará la cifra.
El QZS-1 (Quasi-Zenith Satellite) que ha permitido este milagro, ha sido apodado con el simpático nombre de Michibiki (guía, en japonés). Este satélite de posicionamiento local se encuentra en una órbita geosíncrona inclinada (IGSO, Inclined Geosynchronous Satellite Orbit) de 32.000 x 40.000 km y 45º de inclinación. Posee una masa de 4.100 kg y ha sido construido por Mitsubishi Electric para la JAXA utilizando el bus ETS-8. Su vida media se estima en 10 años y las dimensiones del cuerpo principal son de 6,2 x 3,1 x 2,9 metros (con 25,3 metros de envergadura total una vez desplegados los paneles solares). Complementa al sistema GPS estadounidense y sólo funciona en el territorio japonés, aumentando la resolución y permitiendo mejorar la visibilidad de la señal en ciudades con edificios altos. Con esta primera unidad, se cubren apenas 8 horas pero cuando se lancen los otros 2 satélites que faltan, completarán las 24 horas del día.
De todos modos, no queremos echar las campanas al vuelo hasta que no tengamos más datos del Michibiki. Los 3 centímetros de precisión son espectaculares pero nos queda la duda de si han sido conseguidos por la calidad de los receptores empleados en la prueba o porque realmente el satélite haya aportado una tecnología punta en relojes atómicos internos que supera las anteriores. Nos inclinamos por pensar en la primera opción ya que este sistema de satélites fue pensado simplemente para mejorar la cobertura en zonas difíciles en Japón que es un país de orografía escarpada y ciudades llenas de altos edificios.