La esperada batalla entre el robot japonés Kuratas y el MegaBot Mark II estadounidense se encuentra demorada debido a múltiples factores, pero ahora resulta que Corea del Sur está trabajando en un mecha, y nadie nos avisó. El METHOD-1 es un desarrollo de la compañía Korea Future Technology, y el artista conceptual de StarCraft II Vitaly Bulgarov. Cuatro metros de alto, 1.500 kilogramos de peso, movimientos precisos… que alguien ponga a este robot en un ring ya.
Robots gigantes. Todos los queremos, por más que todavía no sepamos bien para qué, pero siempre podemos pensar en una cosa o dos. Las aplicaciones industriales son las más obvias, ya que desplazar objetos pesados con velocidad y precisión es uno de los principales objetivos para cualquier compañía. Después encontramos a la ruta militar, aunque no sé si existe un interés explícito de ver algo tan grande y lento en un campo de batalla (sería un blanco demasiado tentador). Y finalmente llegamos al entretenimiento. Múltiples proyectos animados colocaron a los mechas en el centro de conflictos a gran escala, y Hollywood también hizo lo suyo (Real Steel y Pacific Rim son los primeros ejemplos que me vienen a la mente). ¿Pero qué pasa en la vida real…?
Encontramos cosas como el METHOD-1, por supuesto. Si su diseño te recuerda a los AMP de la película Avatar, definitivamente estás en lo correcto. El METHOD-1 es una creación de la compañía surcoreana Korea Future Technology, en asociación con el artista conceptual Vitaly Bulgarov, cuyo trabajo se conoce a través de proyectos como StarCraft II, el reboot de RoboCop y Terminator: Genisys. No hay demasiadas especificaciones sobre el robot más allá de su altura (cuatro metros) y su peso general (1.500 kilogramos). Los vídeos nos enseñan que necesita de un cordón umbilical para obtener energía, y puede ser controlado sin un piloto en la cabina.
¿Cuál va a ser el uso del METHOD-1? Sus responsables no han compartido mucha información sobre eso que digamos, pero es obvio que estamos ante un prototipo. Se calcula que las ediciones futuras del robot usarán piernas de fibra de carbono, tal vez en un intento por perder peso. Los movimientos de los brazos responden a las órdenes que da el piloto en la cabina, por lo que desde cierto punto de vista, el METHOD-1 podría actuar como un exoesqueleto. ¿Habrá una versión miniaturizada? ¿Veremos el equivalente a un Patlabor caminando por la calle? El tiempo lo dirá.