¿Qué puede haber más sencillo que usar un dispositivo móvil y tomar una fotografía? La respuesta, de acuerdo a la gente detrás de Memoto, es que el dispositivo lo haga por ti automáticamente, cada medio minuto. La cámara Memoto le ofrece al usuario la posibilidad de capturar esos momentos que suelen pasar desapercibidos, o que son completamente inesperados, y para ello, sólo es necesario llevarla colgada al cuello. Sin controles, ni configuraciones adicionales.
“Espera que saco la cámara” es una frase bastante común entre aquellos que disfrutan apreciar la vida a través de una lente. No por nada se instaló el concepto de “momento Kodak”, que incluso perdura a pesar de la complicada situación que atraviesa la empresa que lo instaló. ¿Pero cuántas de las fotografías que podemos tomar por día simbolizan realmente a uno de esos momentos? Un bebé dando sus primeros pasos o un gato haciendo cosas que son dignas de terminar en la Web son dos ejemplos que probablemente calificarían sin problemas, pero suelen ser muchos más los que se escapan a la capacidad de captura de nuestras cámaras. Esa parece ser la regla general, a menos, que alguien pretenda combatirla.
Ese “alguien” es en realidad un equipo, que está desarrollando la cámara Memoto. Cinco megapíxeles de resolución, ocho gigabytes de almacenamiento interno y una batería con una duración cercana a los dos días (dependiendo obviamente del uso) trazan las líneas principales sobre sus especificaciones. Sin embargo, la cámara Memoto tiene apenas 36 milímetros de lado, y el usuario puede llevarla colgada al cuello, o en su ropa gracias al “clip” incorporado. No tiene ningún control físico, y la cámara toma fotografías cada 30 segundos. Cada una de las imágenes también recibe información de geolocalización, cortesía del GPS integrado. Los desarrolladores han hecho un trabajo muy interesante miniaturizando los componentes, y como si fuera poco, la cámara está protegida contra el clima, por lo que no hay problemas en usarla durante un día lluvioso.
Memoto también ofrece un servicio de almacenamiento en línea para guardar todas las imágenes, aunque tendrá un costo mensual (a un promedio de 4 GB de imágenes por día, tal vez sea necesario). El prototipo está listo, pero haciendo honor a lo que probablemente sea el “año del crowdfunding”, Memoto fue presentada en Kickstarter… y barrió con su meta original en apenas cinco horas. Los desarrolladores ya tienen los 50 mil dólares necesarios para comenzar la primera etapa de producción, pero si alcanzan los 350 mil, incorporarán funciones extra como conservar copias locales de las imágenes, introducir una especie de disparador (tocando la cámara dos veces, porque no habrá ningún botón) y ajustar el intervalo en el que se toman las fotografías. Ya se encuentran en el rango de los 250 mil dólares, y con más de un mes por delante, creo que esas funciones extra serán parte de la primera serie de cámaras. El precio oficial de la cámara Memoto será de 279 dólares, pero puedes obtener una por 30 dólares menos a través de Kickstarter. La serie limitada de 199 dólares ya está completamente agotada.