No tiene ningún sentido negarlo: Tanto a Windows en general como a los programas más populares que corren sobre ese sistema operativo les encanta la memoria RAM. Sin embargo, muchos usuarios con presupuesto ajustado se encuentran con la exigencia de optimizar las especificaciones de un ordenador nuevo, o como alternativa, actualizar cuidadosamente lo que ya tienen. Entonces, si te estás preguntando cuánta memoria RAM necesitas realmente, puede que este texto te ayude a descubrir la respuesta…
Memoria RAM: Escapando a la trampa del «swap»
Una configuración bastante común (y a veces, económica) que ofrecen la mayoría de los fabricantes de ordenadores portátiles es la de 4 GB de RAM con un disco duro de 500 GB, o incluso un terabyte. Desde un punto de vista técnico, ambos parámetros cumplen con los requerimientos de Windows 10… pero Windows 10 no es el mismo de hace cinco años. La combinación de múltiples updates, programas que devoran RAM como Google Chrome, un disco duro de 5.400 RPM y la obligación del sistema operativo a volcar contenido en el espacio de swap, garantizan que ese pobre ordenador portátil termine arrastrándose.
Por supuesto, semejante situación no es exclusiva de laptops: Algunos ordenadores de escritorio pueden sentir con mucha intensidad la falta de memoria RAM, pero la pregunta de fondo permanece vigente: ¿Cuánta necesitamos realmente? En general nos enfrentamos a uno de los «depende» más grandes del mundo, sin embargo, siempre estamos dispuestos a aceptar el desafío.
¿Cuánta memoria RAM necesitas?
Si visitas foros especializados, portales de gaming y canales de YouTube dedicados al hardware, notarás que existe cierto consenso global alrededor de los 8 GB de RAM como mínimo para un ordenador con Windows 10, pero la historia no termina en un simple número. Parámetros avanzados como la frecuencia de la memoria, los timings, y el uso del dual channel han ganado mucha relevancia en las últimas generaciones de plataformas.
El caso específico del dual channel es uno de los más delicados para el usuario con presupuesto limitado: Las placas base más económicas tienden a ofrecer dos ranuras destinadas a la memoria RAM, pero para aprovechar el dual channel se necesita ocuparlas a ambas. El «problema» es que sacrifica potencial de actualización, porque si el plan a futuro es llevar el sistema a una capacidad mayor, deberán salir los dos módulos existentes.
Por otro lado, instalar un único módulo permite conservar esa capacidad de upgrade, pero deja al ordenador en single channel. ¿Qué significa esto? Para una terminal de escritorio estándar, el impacto no será demasiado grande. En cambio, si el usuario está interesado en jugar, la pérdida de rendimiento podría llegar al 20 por ciento (más aún si depende del vídeo integrado, que también utiliza memoria RAM).
Cuando el upgrade no es posible
Definitivamente puede suceder: Algunos ordenadores portátiles no ofrecen ninguna posibilidad de expandir la cantidad de memoria RAM, y entregan sólo lo que viene soldado en la placa base, definido de fábrica. La mejor estrategia para reducir el impacto del swap se divide en dos partes: Instalar una unidad de estado sólido, y utilizar programas más eficientes. Con el swap siendo inevitable, necesitas que la unidad de almacenamiento sea lo más rápida posible, pero el software y tu dinámica de uso también deben ayudar. No importa qué tan veloz sea el SSD, abrir 30 pestañas de Chrome y una docena de programas en segundo plano lo dejarán de rodillas.
Tamaños heterodoxos
Ahora, ¿qué sucede si el tamaño de RAM termina siendo inusual? Digamos, 6, 10, 12 o incluso 24 GB. En el pasado, Intel adoptó el concepto de triple channel para sus plataformas de alto rendimiento, por lo que no es tan extraño encontrar PCs de aquella era con 12 GB (3×4 GB) o 24 GB (3×8 GB) de RAM. Pero si tu ordenador tiene 4 GB en un solo módulo y tu presupuesto te permite agregar 2 GB… deberías hacer el intento.
Por regla general, no se recomienda mezclar módulos de diferentes tamaños y frecuencias ya que podrían surgir conflictos entre ellos, sin embargo, los casos de éxito son muy numerosos. En lo personal he utilizado un ordenador con 12 GB de RAM (1×8 GB + 1×4 GB y diferentes frecuencias) durante años, sin errores ni reclamos del sistema operativo. Si decides hacer la prueba, asegúrate de que la frecuencia general sea la del módulo más lento (por ejemplo, con un módulo de 1.600 MHz y otro de 1.866 MHz, que la configuración global sea 1.600), y deja los timings en automático.
Conclusión
A medida que pase el tiempo, la pregunta «¿Cuánta memoria RAM necesito?» irá perdiendo sentido por una sola razón: El consumo seguirá aumentando, y la respuesta final será «Toda la que puedas comprar». Pero si estás buscando un resumen…
- Si no hay posibilidad de upgrade, trata de adquirir un SSD para reemplazar al disco mecánico, y seleccionar software más eficiente. No descartes la opción de reemplazar a Windows 10 con Windows 8.1 (tiene soporte hasta 2023), o como alternativa, instalar algún sabor de Linux.
- No hay que tener miedo a tamaños inusuales de RAM. Los conflictos entre módulos pueden suceder, pero «no recomendado» no significa «prohibido», y toda memoria RAM adicional es bienvenida.
- Al momento de escribir estas líneas, 8 GB como mínimo para sistemas modernos, con énfasis en el dual channel si planeas usar vídeo integrado (ej., los APU Ryzen). Muchos juegos aún funcionan sin sobresaltos con 8 GB, pero cualquier idea más elaborada de gaming prácticamente impone una base de 16 GB. Rendering, vídeo en alta definición… el cielo es el límite.
Espero que esto te haya servido para despejar dudas de la memoria RAM en tu sistema. Ahora, si te preguntas sobre la memoria de video… esa es otra historia. ¡Buena suerte!