La Deep Web no es solamente un lugar en donde el usuario puede obtener privacidad y evadir la censura. También se realizan allí ciertas actividades que no son del todo legales, y que tienen como objetivo final la financiación de otras acciones aún más graves. Un año atrás, la gente de DARPA anunció a Memex, un buscador avanzado que ayuda a combatir, entre otras cosas, el tráfico de personas. En los últimos días, varios sitios de noticias accedieron a demos de Memex, y para ser honestos, se ve impresionante.
En una era tan hiperconectada como la actual, aún tenemos mujeres desaparecidas, contenedores que se esfuman en el aire cargados de personas tratando de ingresar a un país, y rostros de niños en los cartones de leche o las boletas de electricidad. El tráfico de personas no es otra cosa más que la esclavitud del siglo XXI, una flagrante violación a los derechos humanos, y un crimen de tal gravedad que debe ser combatido más allá de banderas, fronteras y legislaciones. El problema es que los elementos responsables de este crimen se han volcado a la Web, o más específicamente, a la Deep Web. ¿Cómo investigar en un lugar que por naturaleza rechaza cualquier forma de índices y registros? ¿Cómo maniobrar con portales temporales y anuncios aparentemente anónimos? DARPA propuso una idea: Crear un nuevo paradigma en materia de buscadores.
El nombre oficial es Memex, y un año después, el buscador ha ingresado al mundo de las noticias por la puerta grande. Todo comienza con una búsqueda, un simple clic en un enlace, o una dirección de correo electrónico. Los buscadores tradicionales pueden ayudar hasta cierto punto, sin embargo, Memex revela su fortaleza al momento de descubrir elementos en común entre varios enlaces, que se extienden a cientos de sitios y redes de anuncios, sin que el usuario deba revisarlos uno por uno. Estos elementos van desde números telefónicos hasta direcciones físicas, pero Memex también posee un sistema para generar mapas de datos, exponiendo el traslado en tiempo y espacio de aquellos que publican anuncios para promocionar y movilizar su “mercancía”.
La Unidad de Respuesta al Tráfico de Personas de la ciudad de New York ha convertido a Memex en su herramienta de cabecera, y reconoce que la tecnología ya fue aplicada en más de veinte investigaciones hasta ahora. De más está decirlo, Memex no se encuentra limitado al tráfico de personas, y podría ser utilizado en otra clase de delitos (después de todo, el crimen es “organizado”). Un aspecto crítico en el funcionamiento de Memex es que trabaja con información pública, evitando así cualquier conflicto sobre privacidad y seguridad personal que pueda llegar a surgir. Por el momento, la cantidad de datos públicos disponibles es descomunal, pero en DARPA están dispuestos a volcar más recursos para explorar cosas con mayor profundidad como la red Tor. ¿Cuál es el futuro? Análisis de imágenes, incluyendo el reconocimiento de rostros ofuscados.
One Comment
Leave a Reply