Era cuestión de tiempo. El servicio Mega de Kim Dotcom salió disparado en la Web, y ya hay más de cincuenta millones de archivos almacenados allí. Los números siguen creciendo, al igual que la necesidad de un sistema que permita buscar archivos fácilmente en Mega. Así es como aparece Mega Search entre todo el ruido y los usuarios. El buscador presenta varios interrogantes, desde lo técnico a lo legal, pero no quedan dudas de que será el primero de varios.
Hay muchas razones que pueden asociarse a la impresionante recepción que ha tenido el servicio Mega en estos días. Los 50 gigabytes gratuitos, el hecho de ser el “heredero” de Megaupload, o cierta expresión de “rebeldía” de algunos usuarios contra aquellos que derribaron al sitio original son puntos de vista válidos. Nadie niega que en el momento de su lanzamiento, Mega explotó. Incluso el mismo Dotcom anunció un promedio de sesenta cargas de archivos por segundo. Los últimos reportes hablan de más de cincuenta millones de archivos cargados, y otro detalle importante es que los reclamos por derechos de autor son apenas cincuenta por día en promedio. Claro que, después de estudiar los resultados que arroja el buscador Mega Search, llegamos a la conclusión de que ese número de reclamos probablemente debería ser más alto.
A decir verdad, como buscador, Mega Search es bastante limitado. Solamente existen 7.888 entradas (por ahora), y no todas están funcionando. La primera incógnita, fácilmente resuelta, surge a partir del cifrado que Mega aplica a los archivos, lo cual impide de forma efectiva que cualquier buscador pueda indexar el contenido del sitio. La clave para el funcionamiento de Mega Search es que el buscador es “colaborativo”, o sea, depende de que los usuarios reporten los enlaces de los archivos que han cargado. En cuanto al contenido en sí, honestamente no estamos sorprendidos. Desde CD’s de música completos hasta cracks para programas, los enlaces reportados en Mega Search deben ser tomados con pinzas.
Al mismo tiempo, el buscador coloca a los responsables de Mega en un apuro. Dotcom y compañía tal vez no posean los medios para conocer el contenido de los archivos guardados en Mega, pero si sus usuarios comienzan a compartir abiertamente los enlaces, será muy difícil que puedan decir algo como “no sabíamos nada” ante el primer reclamo. Mega Search lleva cerca de una semana en línea, y lo lógico es asumir que aparecerán algunos clones en la Web. También es necesario reconocer que estos buscadores podrían ser usados por la misma gente de Mega, para identificar con mayor velocidad qué clase de contenido puede resultar problemático para el sitio en el futuro.