Electronics Arts se tomó su tiempo para analizar el mercado y luego encontró el arma perfecta para combatir con la marca Call of Duty: un nuevo Medal of Honor. Y aunque la campaña y el modo multijugador fueron desarrollados por dos estudios diferentes, el resultado final es mucho más desastroso que los peores pronósticos. Medal of Honor no solo no hace nada nuevo, sino que hace mal muchas cosas que hemos visto en mejores juegos.
Electronics Arts ha estado buscando la manera de competir con el todoterreno en el que se ha convertido el nombre Call of Duty, más allá de si lo hace Infinity Ward o no. Y aunque la compañía tiene una buena cantidad de juegos de acción, todavía le faltaba un título en la categoría FPS militar. Es por eso que les pareció un buen momento para traer de los muertos a la franquicia Medal of Honor, que no veía la luz desde 2007 con Airborne.
A diferencia de Modern Warfare 2, Medal of Honor intenta ser realista en todos los aspectos, como en la narración. De esta manera, nos quedamos con una historia que hemos visto mil veces en otros medios, donde soldados se enfrentan a un plan que se cae a pedazos a medida que avanzan en territorio enemigo, con un oficial a miles de kilómetros de distancia que toma pésimas decisiones y ofrece mala información de inteligencia, que en definitiva, causa la muerte de muchos soldados. Y el problema no es que ofrece la misma vieja historia, sino que no hay nada en los personajes que nos dé ganas de ver lo que sucede. Es decir que no solo la historia es mala, sino que no hace nada para que el jugador se interese.
Pero claro, a fin de cuentas esto es un videojuego y si la jugabilidad es un éxito, el resto se perdona. En el caso de Medal of Honor, la jugabilidad es aceptable y ofrece todas las cosas que esperarías en un FPS de alta gama. Y mientras que los controles responden bien, la acción en pantalla no es muy diferente a una explosiva película de acción. Y no es que esté mal, pero antes de su lanzamiento explicaron cómo trabajaron de cerca con oficiales del ejército para crear una experiencia realística y fiel a los campos de batalla, pero no parece haber nada auténtico en la acción.
Y aunque todo lo que sucede es decente, hay un aspecto en particular que en muchos momentos arruina la experiencia. Tal como Modern Warfare 2, muchos momentos están “scripteados”, para que ocurra una cosa cada vez que juegas. Pero mientras que en el juego de Infinity Ward están diseñados de manera que sientas que tienes peso en la acción, en Medal of Honor están tratadas con una torpeza increíble. Por ejemplo, en cierto momento, un soldado enemigo aparece por sorpresa y lanza una granada que acaba con muchos soldados aliados. Y el problema no es que esto ocurre, sino que si intentas dispararle al soldado mientras tiene la granada en mano, no puedes hacerle daño y es invencible. Pero también sufre de problemas más comúnes, como momentos donde no ocurre nada porque el resto de los soldados están esperando que avances o cruces una puerta.
Pero esto no es todo, porque a pesar de que Medal of Honor es uno de los lanzamientos más importantes del año, es también uno muy errático. La falta de pulido es increíble y ocurren cosas como aliados que cubren entradas y no hay otra manera de avanzar que reiniciando la partida, escenarios que aparecen y desaparecen, y modelos de personajes que cambian de colores. A esto también se le suma un framerate que no se mantiene en ningún número y varía constantemente dependiendo de la intensidad de la acción.
Algunos tal vez puedan decir que nuestra misión es desprestigiar al juego, pero en verdad, lo hace muy bien solo y no necesita ayuda. Lo peor de esto, es que a fin de cuentas termina siendo un juego decente, porque seguramente muchas personas le perdonarán todos los problemas mencionados antes y simplemente disfrutarán de la acción. En caso de que quieras más luego de la campaña principal de seis horas, entonces tienes un modo multijugador desarrollado por una compañía completamente diferente. Mientras que la campaña fue creada por Danger Close, el modo mutijugador quedó a cargo de DICE, creadores de la serie Battlefield.
Es por eso que parecen dos juegos diferentes. El modo multijugador de Medal of Honor es mucho más rápido y técnico, muy similar a lo visto en Battlefield: Bad Company 2 a principios de año. Cada arma se comporta de una manera diferente y apuntar no es nada fácil, a diferencia de la campaña, donde puedes disparar en la cabeza de los enemigos sin mucho esfuerzo. El problema con el modo multijugador es que no ofrece nada no hayamos visto en Modern Warfare 2 o Bad Company 2 siquiera. Tienes todos los modos que esperarías y aunque hay varias clases entre las que elegir, las diferencias entre ellas no son muy grandes.
Tal vez algunos piensen que compararlo con Modern Warfare 2 no sea justo, pero en verdad ellos mismos pidieron esa comparación sacando un juego que cumple todas las mismas funciones. Además, los desarrolladores de Medal of Honor tuvieron varios meses de ventaja para desarrollar un juego más completo, espectacular o, aunque sea, realista y, aún así, sigue siendo inferior en todos los aspectos. Si te gustan los juegos de acción, probablemente lo disfrutes, pero no hay nada aquí te estés perdiendo si decides ignorarlo. Puedes conseguirlo para PC por €46,95, Xbox 360 y PlayStation 3 por €68,90.
Puntaje: 65%
Conclusión: En definitiva, Medal of Honor es otro FPS mediocre, que intenta atraer al mismo público que disfrutaría de excelentes juegos como Modern Warfare 2.