El mercado de la mensajería instantánea ha entrado en una especie de equilibrio, y es muy difícil ver que un servicio «robe» usuarios permanentemente a otro. Además de la resistencia natural que tiene cada persona frente al teórico reemplazo de un servicio, esto también implica cierta similitud entre todas las ofertas. Varios proyectos paralelos apelan a cuestiones como la privacidad y la transparencia para capturar el interés de los usuarios, y Matrix es uno de ellos.
Al momento de publicar nuestras recomendaciones de software para videollamadas en Android registramos una cosa: Todas las aplicaciones tienden a ofrecer más o menos lo mismo. Esto transmite la idea de un mercado muy estudiado, y con un margen de error prácticamente nulo, o de lo contrario los usuarios encontrarán lo que necesitan en cualquier competidor directo. Si tenemos en cuenta a estos parámetros, ¿cómo puede entrar a la pelea un nuevo mensajero? A simple vista, la sensación es que no puede hacerlo. Algunos de los servicios disponibles reportan cientos de millones de usuarios, y muchos proyectos alternativos mordieron el polvo antes de tiempo. Por otro lado, existen dos elementos que la gran mayoría de los mensajeros no respetan del todo: Privacidad y anonimato.
A eso apunta el mensajero Matrix. Libre, open source, sin costo, y basado en protocolos reconocidos, Matrix promete un funcionamiento sólido aún bajo las conexiones más endebles, una completa descentralización de las sesiones, buena calidad de audio y vídeo, un API abierto y alta integración web, entre otras cosas. Matrix puede ser utilizado directamente desde su página oficial sin necesidad de descargar software, a través de sus apps para Android e iOS, o con la ayuda de un plugin compatible con Weechat. Otra opción muy interesante de Matrix es que puedes crear tu propio servidor local, para mayor control y seguridad sobre tus sesiones de chat.
El cliente web de Matrix se encuentra en fase beta, y las apps aún transitan el territorio alfa, por lo tanto, debemos considerar al mensajero como un trabajo en progreso, y tener paciencia frente a cualquier bug o problema de conectividad. Sin embargo, la pregunta de fondo permanece: ¿Necesitamos otro mensajero? Aún recuerdo muy bien a cosas como Hemlis, y sus promesas eran similares a las de Matrix… pero también recuerdo su espectacular fracaso, y todo el dinero de crowdfunding que se esfumó en el aire. Con esto no quiero decir que Matrix termine del mismo modo, pero al menos necesitamos pensarlo un poco…