La demanda de ancho de banda proveniente de los dispositivos móviles no sólo mantiene su alza, sino que parece estar acelerándose. Este factor convierte en crítico el desarrollo de nuevas tecnologías que permitan explotar los llamados espacios blancos en las frecuencias de radio, previamente usados por la televisión analógica. A mediados de 2011 hablamos del avance que había hecho Microsoft en este campo, pero ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison están explorando el potencial de la banda de 180 Mhz, ya que además de ofrecer un mayor alcance, entrega cinco veces el ancho de banda disponible en el WiFi convencional.
La presencia de tablets y smartphones se está haciendo cada vez más amplia, y con ello, también aumenta el ancho de banda necesario para mantener a todos estos dispositivos conectados. Tal y como lo explica Mario en este artículo, el espectro no es infinito, pero hay muchas frecuencias que no están siendo utilizadas en estos momentos. Dichas frecuencias son interpretadas como “espacios blancos”. Muchos espacios blancos son colocados entre canales de televisión para evitar interferencias, pero con la llegada de la digitalización no sólo se liberó una parte importante del espectro, sino que también se puede hacer un uso más eficiente de las frecuencias. En noviembre de 2008, la FCC estadounidense autorizó la utilización de espacios blancos a dispositivos no licenciados, siempre y cuando no interfieran con transmisiones televisivas existentes, y con otros dispositivos, como por ejemplo los micrófonos inalámbricos.
El objetivo es muy complejo, pero el profesor Parmesh Ramanathan y su equipo de investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison están trabajando en métodos avanzados que permitan una mejor utilización de los espacios blancos. Los investigadores parecen estar muy entusiasmados con la banda televisiva de los 180 Mhz. El profesor Ramanathan explica que cuanto más alta es la frecuencia, menor es su capacidad de propagación. Por lo tanto, a 180 Mhz el alcance sería mucho más amplio de lo que conocemos hoy en el WiFi convencional (las señales de TV se propagan mejor que otras bandas), además de entregar cinco veces el ancho de banda.
Básicamente, el desafío está en desarrollar una tecnología de detección de señales mucho más avanzada, y Ramanathan está basando su trabajo en las llamadas “radios de software”. El profesor ha dicho que los usuarios eventualmente reemplazarán al WiFi actual con esta nueva tecnología de radio, pero sus efectos van mucho más allá. Con una mejora en la tecnología de detección disponible, las compañías de telecomunicaciones podrían “alquilar” espectro adicional en muy cortos plazos para responder a picos de demanda. Si has tratado de enviar un mensaje de texto o llamar a alguien en Navidad o Año Nuevo, sabes muy bien lo que puede llegar a ser una red celular congestionada. Con mayor flexibilidad en el acceso a los espacios blancos, las empresas deberían ser capaces de responder con mayor velocidad, sin afectar en nada al usuario. Claro que, esto apenas se enfoca en los Estados Unidos. Cada país tiene su propia agencia de comunicaciones, por lo tanto, los tiempos pueden ser muy diferentes. Aún así, la verdad de fondo no cambia: Se necesitan más frecuencias.