La primera vez que hablamos sobre este jetpack fue en 2008. Tres años después rompió la barrera de los 1.500 metros, usando a un crash test dummy como piloto. Ahora, el Martin Jetpack ha recibido un permiso de las autoridades neozelandesas para iniciar una nueva fase de pruebas tripuladas, aumentando así las chances de una futura comercialización.
Estoy seguro de que nuestros lectores podrán citar tres o cuatro ejemplos mucho más modernos a la hora de “ubicar” a un jetpack, pero en mi caso, la primera opción sigue siendo The Rocketeer (que dicho sea de paso, Disney estaría trabajando en un “reboot” de la versión fílmica de 1991). Hemos hablado sobre coches voladores en múltiples ocasiones, pero el jetpack propone hacer el vuelo mucho más “personal”… además de potencialmente más riesgoso. Si hacemos una interpretación muy abierta, podemos decir que si un avión equivale a un coche, el jetpack sería en este caso una motocicleta. El Martin Jetpack fue sido registrado en varias ocasiones por los medios, aunque lleva casi tres décadas de desarrollo. También está el detalle técnico de que no es un jetpack “puro”, ya que utiliza hélices. Sin embargo, en líneas generales, creo que todos estamos pensando lo mismo: Queremos uno, y lo queremos ya.
En cuanto a su disponibilidad, tenemos buenas y malas noticias. Las malas primero: Todo parece indicar que será necesario esperar hasta finales de 2015 para encontrar una versión civil del Martin Jetpack, y el precio ya estaría ubicado en el rango de los 250 mil dólares. Ahora las buenas: La empresa ha recibido un permiso especial de las autoridades neozelandesas para iniciar pruebas tripuladas. El permiso en sí tiene una serie de limitaciones, comenzando con la altura (seis metros en tierra, siete y medio sobre el agua) y el lugar de operación (zonas rurales y completamente deshabitadas). Aún así, el CEO de Martin Aircraft Peter Coker lo considera como un paso muy importante en la dirección correcta para comercializar el jetpack. Las primeras versiones del Martin Jetpack estarán destinadas a la milicia y a equipos de respuesta inmediata (emergencias), probablemente a mediados de 2014.