Imagina la posibilidad de elegir cualquier momento de tu pasado, y revivirlo a través de un entorno de realidad virtual. Una idea fabulosa para algunos, escalofriante y perturbadora para otros. El inventor Lucas Rizzotto ciertamente pertenece al primer grupo, y después de superar múltiples desafíos técnicos, creó una «máquina del tiempo personal» que contiene buena parte de sus memorias registradas durante todo el 2019. En otras palabras… pasó un año con una cámara en la cara.
El concepto de lifelogging no tiene nada de nuevo. De hecho, hemos visto muchas mini-cámaras y otros productos dedicados en el pasado, pero los smartphones tradicionales y la dinámica actual de las redes sociales terminaron de absorber su utilidad. Sin embargo, todos esos recursos apuntan a pequeños momentos, bocadillos, snippets. ¿Qué sucede cuando el plan es documentar un año entero, día tras día, y convertir ese contenido en una especie de «máquina del tiempo personal»?
El inventor Lucas Rizzotto decidió averiguarlo, y más allá del mini documental de 28 minutos con amplias dosis de comedia, lo cierto es que no se trata de un proyecto sencillo. La decisión de llevar una cámara durante un año ya es gigantesca, pero a eso se suman aspectos como la fragilidad de las cámaras, la impresionante cantidad de espacio que necesitó para almacenar sus memorias, y una dificultad que casi mató a su idea: La aparente pérdida de metadatos en el proceso de exportación.
Las cámaras en cuestión fueron Snapchat Spectacles, y digo «fueron» porque cinco terminaron destruidas. Además, sólo pueden grabar un minuto a la vez, calientan mucho, y la exportación de vídeos es más complicada de lo que debería. En cuanto al problema de los metadatos, un simple intercambio con el soporte de Spectacles confirmó que no estaban perdidos, sólo «invisibles» para Windows. Con esa nueva información, finalmente pudo crear el índice de vídeos, e integrarlo a su fabuloso entorno virtual, con un panel inspirado en Back to the Future, reactores, decoraciones retro, y un «portal» de reproducción inspirado en el juego Portal.
El resultado es excelente, y sin lugar a dudas, uno de los mejores proyectos de realidad virtual hasta ahora. Por supuesto, hemos encontrado cosas parecidas en el cine (Ready Player One), y Black Mirror tuvo una mirada especialmente negativa sobre documentar el pasado con lujo de detalles, pero después de tanto esfuerzo, Lucas finaliza su entrada manteniendo un tono mucho más optimista. ¿Qué piensas? ¿Necesitamos algo así, o crees que nos volvería locos al final?
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