El fin de una vida puede llevar a la salvación de varias, y con esto me refiero a la donación y el trasplante de órganos. El retiro del órgano es apenas uno de los primeros eslabones en una extraordinariamente compleja cadena de eventos que deben desarrollarse bajo las condiciones correctas. En un intento por mejorar las probabilidades, la compañía Transmedics desarrolló el Organ Care System, compuesto por una recámara especial que mantiene vivo a un corazón con sangre y oxígeno.
Cuando es necesario realizar un trasplante, los doctores no sólo luchan con la espera por un donante, el cansancio y los detalles técnicos, sino también con el tiempo. En términos sencillos, el reloj es el enemigo, y si pueden ganar un minuto extra de algún modo, lo aceptarán. Los humanos somos criaturas más frágiles de lo que aparentamos. Nuestro cuerpo debe mantener un complejo equilibrio dependiente de factores internos y externos, y cuando llegamos al final, todo aquello que nos «compone» por así decirlo comienza a deteriorarse rápidamente. Por este motivo es que los médicos deben moverse tan rápido. En el caso de los trasplantes de corazón, siempre se busca como donantes a personas con muerte cerebral, pero si los doctores juzgan que el corazón sufrió demasiado daño, el trasplante se vuelve inviable.
(Advertencia: El vídeo muestra en acción a un corazón expuesto y cantidades significativas de sangre. Si hay niños pequeños o alguien impresionable viendo esto, tal vez quieran tomar los recaudos necesarios.)
Por suerte, la medicina tiene un nuevo recurso para combatir. La compañía Transmedics ha desarrollado la plataforma Organ Care System, que en esencia puede reanimar y mantener con vida a un órgano recientemente extraído por períodos más largos. El Organ Care System representa un giro de 180 grados en la conservación de órganos. El método «tradicional» para manipular apropiadamente a un corazón requiere su enfriamiento dentro del cuerpo, detención, extracción y transporte a una temperatura promedio de 4 grados Celsius. En cambio, con este sistema, el órgano se mantiene tibio y funcionando, mientras recibe sangre, nutrientes y oxígeno.
Más allá de ganar tiempo y conservar mejor a los órganos, lo que permite el Organ Care System es incrementar la cantidad de donantes disponibles. Al poder trasplantar corazones provenientes de personas con «muerte circulatoria», el número se expande entre un 15 y un 30 por ciento. Por supuesto, esto dispara toda una serie de debates éticos. Básicamente, la pregunta más importante es esta: ¿Cómo establecer que la situación del donante era irreversible, cuando la función circulatoria del órgano es restaurada, y además en otro cuerpo? Otro aspecto para evaluar es el del costo: Cada plataforma cuesta 250 mil dólares. Aún así, su intervención y el posterior éxito en más de quince casos no hacen más que justificar la inversión.