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Mantenimiento del Ordenador: Limpieza Zen

La tierra y el polvillo inevitables siempre están impregnando nuestro ordenador y penetrando en lugares que provocan más daño que acumulación de peso. El disipador y el cooler del microprocesador son los elementos claves a mantener siempre limpios para evitar cuelgues inesperados y roturas más inesperadas aún.  Por eso, hete aquí una guía de limpieza zen para mantener el ordenador siempre limpio.

¿Cuántas veces hemos escuchado por allí que la gente tiene problemas con su ordenador y que el mismo hace cosas extrañas y se bloquea reiteradamente sin razón aparente? Otras tantas veces, creemos que el sistema operativo se ha dañado y formateamos el disco duro una y otra vez sin resolver su problema. Muy pocos logran creer y aceptar que su ordenador tiene barro y polvo en cantidades suficientes como para armar un ladrillo y que, saber quitarlo, manteniéndolo limpio, será la solución a muchos inconvenientes hasta hoy incomprensibles, y que aparecen en el momento menos esperado.

Te presentamos en la siguiente imagen una vista panorámica de lo que podría ser un terrario y, sin embargo, es un mínimo sector del motherboard clásico de cualquier ordenador. En la imagen se nota claramente el microprocesador en la zona central. A la izquierda hay un componente importante, por sus dimensiones y cantidad de pines, que se encuentra sumergido en gran parte bajo tierra. A la derecha tierra, abajo tierra, tierra y más tierra.

Esa imagen es luego de haber retirado el disipador de calor de aluminio que posee el corazón del ordenador. Junto a él, se encuentra siempre adosado un ventilador – soplador – refrigerador que, en el argot de éstas máquinas, se conoce cómo COOLER. Este soplador, por compartir el conjunto compuesto por Microprocesador- Disipador – Cooler, no está exento de llenarse también de tierra.

Lo que termina sucediendo siempre es que el disipador se obstruye con polvo y mugre dificultado la tarea de enfriado y/o refrigeración que debe brindarle el mencionado soplador. Mientras que, a su vez, éste último también se impregna con suciedad frenándose (girando más lento) y, en el peor de los casos, deteniéndose por completo.

El resultado es sencillo de analizar. La temperatura de funcionamiento del microprocesador se eleva a valores anormales a la vez que la máquina comienza con comportamientos erráticos y extraños, mientras nosotros pasamos de creer que se trata de un virus o fallas en el sistema operativo, por lo que terminamos formateando el disco duro y reinstalando todo nuestro arsenal de programas nuevamente. Eso, o lo que es peor aún, mucha gente termina con su ordenador en el servicio técnico, donde deben descargar una buena cantidad de euros para solucionar un problema que podemos anticipar nosotros mismos, con lo que se llama Mantenimiento Preventivo.

Comenzando el desarme total

Antes de comenzar, debes saber que la tarea que vamos a emprender es para hacerla con un tiempo mínimo de una a dos horas y que debes estar consciente de no ir más allá de lo que aquí se indique para prevenir roturas indeseadas o fallos peores de los que ya existen.

Primero nos haremos con las herramientas a usar: una aspiradora, un par de atornilladores, grasa fina para mecanismos electrónicos, líquidos limpiadores, un marcador indeleble y una de las cosas más importantes: Grasa Siliconada Disipadora de Calor. Sin ella, no intentes siquiera iniciar el trabajo.  Los otros componentes de relevancia son el tiempo, la confianza en ti mismo, la prolijidad y el orden, por sobre todas las cosas. Una vez que tengamos presto ése combo de herramientas estaremos listos para comenzar.

Primero debes desconectar todos los cables que llegan al panel trasero del ordenador y, si es necesario, colocarle etiquetas o cintas adhesivas en los mismos y en los lugares de destino. Esto es para no olvidar de dónde has extraído alguna de las fichas al finalizar el trabajo y debas reconectar todo nuevamente. De todas formas, la mayoría ya están identificadas por colores y formas distintas, pero si te sientes más seguro marcando todo o haciendo un “mini – esquema” de conexiones, pues hazlo.

La limpieza ha comenzado

Puedes comenzar limpiando exteriormente la unidad con géneros limpios y la aspiradora si es necesario. No utilices solventes ni lavandinas, sino los clásicos líquidos desengrasantes que se suelen conocer como “limpiavidrios”. Con esto se evitarán manchas indeseadas e irrecuperables en el gabinete. Éste consejo se debe aplicar cada vez que se desee limpiar de grasa un artículo electrónico en sus partes plásticas o en frentes de gabinetes que continuamente están tocándose. Ganarás no sólo en estética, sino también en higiene.

Ahora gira el gabinete y, luego de ubicar los tornillos de la/s tapa/s del mismo, retíralos para comenzar a trabajar en el interior. La posición y cantidad de los mismos varía de un modelo a otro de gabinete. El mostrado en las imágenes es uno entre tantos, pero seguramente con calma y detenimiento te darás cuenta cuáles son los que se deben quitar para proceder a abrir la unidad. Quita las tapas a ambos lados y tómate tu tiempo para observar lo que allí adentro encontrarás (además de mucha tierra y suciedad, claro). Identificarás rápidamente muchos cables de predominancia de color rojo, amarillo y negro, más otros colores los cuales salen todos desde una caja metálica individual que es la fuente de alimentación del ordenador y se dispersan hacia todos los elementos que componen el mismo.

No te desesperes ni asustes.  Todos van a un determinado destino y utilizan para ello conectores muy específicos y distintos entre sí. Aquí vuelve la recomendación anterior. Observar, evaluar, armar tus propias ayudas de memoria, escribir con un marcador indeleble sobre los conectores o cables y hasta sobre las unidades de donde quitas los mismos.  El siguiente paso será retirar todo el hardware de dentro del gabinete. Sí, todo. A esta altura ya habrás identificado a la unidad Floppy (si todavía tienes una), a la Lecto-Grabadora de DVD o CD, los discos duros y a cualquier otra unidad que se halle montada mecánicamente en el gabinete.

Puedes marcar también de dónde quitas los tornillos. Hazlo y nos lo agradecerás. Si tu máquina posee extractores adicionales en el resto de su integridad, quítalos también. No dejes de hacerlo ya que el trabajo sobre estos dispositivos es el alma y espíritu del trabajo que estás realizando. Una buena idea es conseguir pequeños frascos para allí ir colocando los tornillos que vayas sacando y dividiéndolos por su forma, ubicación o espacio temporal dentro del trabajo.

No te alarmes a medida que vayas desarmando y viendo los estragos que es capaz de provocar el imperceptible polvo que convive en nuestro ámbito, que respiramos continuamente y que, de manera invisible y silenciosa, ataca todo a su paso. Que sirva para que tomes conciencia. El propósito de éste artículo es ése. Que tomes conciencia de lo que periódicamente debes hacer para mantener bien cuidado tu ordenador así como seguramente lavarás tus ropas o tu coche habitualmente.

Para desconectar el motherboard (la placa madre) de la fuente de alimentación, encontrarás un gran conector con muchos colores, que posee una traba plástica que deberás apretar para retirarlo de su encastre con facilidad. Si no lo haces y tiras simplemente de él, puedes romper la placa. Ten cuidado y guíate por las imágenes que te adjuntamos. Los modelos actuales de placas pueden traer dos conectores, los cuales poseen el mismo principio de trabas. El segundo es más pequeño y con cables amarillos y negros. Otros conectores que vienen hacia la paca principal suelen ya estar indicados con serigrafía, de modo tal que nos hará mucho más sencillo el trabajo. La correspondencia con la indicación en los mismos se verá reflejada en las inscripciones que se ven en la placa principal.

Detengámonos aquí. Trata de no retirar, ni desconectar los cables planos o anchos que encontrarás y que conectan el motherboard a los discos duros. Puedes hacerles inscripciones de identificación en el destino según tu entendimiento, pero trata de no quitarlos del motherboard. El motivo por el que decimos esto es porque el sistema ya tiene guardado, en su protocolo de funcionamiento o arranque, una información básica  denominada Setup que reconoce y recuerda en cada puesta en marcha dicho orden de conexiones. Si los mismos se alteran, al momento de reiniciar la actividad el equipo puede directamente no arrancar.

Dicho de nuevo: No quites los cables planos del motherboard y, si lo haces, asegúrate de marcar bien de dónde lo haces como así también el destino y origen de dichas conexiones.  No te asustes que no romperás nada. Simplemente la máquina tal vez no arranque de forma correcta y normal  hasta que encuentres el motivo de la falla (que puede llevarte horas).

Luego quitamos los tornillos que soportan la fuente de alimentación y la retiramos cuidadosamente. Hacemos lo mismo con el motherboard y también lo retiramos. Luego de esto habremos terminado y vaciado por completo nuestro gabinete, que lucirá con un aspecto similar al siguiente.

Limpia de manera meticulosa con un pincel y la aspiradora todo el polvillo que puedas llegar a encontrar depositado en el gabinete, hasta en sus escondrijos más recónditos. Realiza un trabajo prolijo y a conciencia, es tu ordenador y cuanto más limpio y cuidado esté todo, mayor seguridad de funcionamiento tendrá en el tiempo.

Derribando Mitos – Extracción de la Memoria RAM

Existe mucha mitología acerca de la relación entre la electricidad estática del cuerpo humano y los delicados componentes electrónicos de un ordenador. Derriba ése mito.  Toca una ventana metálica, una puerta de similares características, o directamente toca el piso con tus manos (excepto que sea de madera) y ya será suficiente. Habrás descargado a tierra toda la energía estática acumulada en tu cuerpo, si es que la tuvieras, ya que la misma depende de la combinación de muchos factores que no suelen darse a menudo.

Es deber del fabricante advertir al usuario de la posibilidad de la estática, pero no significa ello que siempre serás un generador eléctrico móvil que destruirá toda la electrónica a tu paso. No magnifiques el asunto, toca cada cierto intervalo regular de tiempo alguna estructura metálica adosada al mobiliario mientras estés realizando el trabajo y ya está, no te preocupes por el resto.

Coloca la placa principal sobre la superficie donde trabajarás y procede a retirar el/los bancos de memoria RAM del mismo. Para éste propósito sólo debes retirar hacia fuera las trabas plásticas que los sostienen y el mismo sistema mecánico las empujará hacia arriba para que puedas retirarlas con total comodidad. Observa la indicación en la imagen.

No te preocupes por la posición u orientación con que los extraes. Tanto el banco de memoria cómo su correspondiente zócalo, poseen guías que impedirán colocarlas de otra forma que no sea la correcta. Luego de quitar la RAM, limpia los contactos dorados que se insertan en el zócalo de la placa principal con una simple goma de borrar.

Nunca utilices abrasivos, lijas, ni ningún material que no sea goma de borrar para limpiar contactos eléctricos. Mucho menos aún los que poseen un baño de oro cómo tienen los bancos de memorias entre otras cosas. Recuerda siempre eso. Nunca limpies un contacto o terminal eléctrico con otra cosa que no sea goma de borrar.

No debes limar, no debes lijar, ni utilizar ningún líquido abrasivo, sólo goma de borrar. Son muy pocos los micrones de espesor que posee la capa del contacto cómo para eliminarla con una lima o lija. Esa delgada capa está para preservar el contacto de la oxidación y para garantizar el buen contacto eléctrico. No debes cometer la torpeza de quitarla.  Si conoces a alguien que utiliza otros métodos, enséñale el secreto de la goma de borrar.

Quitando la tierra y el barro

Ahora procederemos a quitar el disipador del microprocesador y su correspondiente cooler. No existe una universalidad de formatos y modelos, por lo que puede darse el caso que el tuyo sea muy distinto al del ejemplo, pero con las imágenes esperamos ayudarte a comprender en qué consiste el trabajo a realizar.

Al igual que antes, tómate tu tiempo para observar detenidamente la mecánica que envuelve al anclaje. Siempre serán trabas plásticas a presión, giratorias, volcables, por extracción o presión y/o cualquier otro método que podrás ejecutar con sólo analizar criteriosamente el montaje mecánico en el que trabajarás. En nuestro caso, son trabas plásticas giratorias que traen en relieve el sentido de giro que debemos proporcionar para removerlas.

Una vez destrabado el sistema quitaremos el conjunto “disipador – cooler” para encontrarnos con la dantesca escena de la tierra y el barro producto de la grasa siliconada disipadora de calor que se coloca como nexo térmico. Esta grasa se introduce para lograr la máxima transferencia de calor desde el microprocesador hacia el disipador y desde allí, ayudado por el cooler, hacia el exterior. Lo descripto es lo que se ve en la primera imagen del artículo.

Separa el cooler del disipador y limpia éste último lo más que te sea posible.
Recuerda: no uses lijas, ni limas. Por tratarse de metal (aluminio, a veces cobre o la conjunción de ambos) puedes utilizar algún tipo de solvente para mejorar el trabajo. Sino, con un buen pincel y la aspiradora, quita todo el polvo y con un género higiénico limpia y quita la grasa siliconada que el mismo pudiera tener en todas sus aletas de refrigeración. Este será un trabajo que requerirá paciencia y esmero para lograr un buen resultado y una limpieza efectiva.

Habrás notado, hasta aquí, que en ningún momento se menciona la posibilidad de quitar el microprocesador de su zócalo. No lo haremos en absoluto ya que allí donde él se encuentra alojado, posee sus conexiones correctamente funcionales y el mismo está asegurado físicamente en su zócalo con fuertes ganchos de soporte.

Quita la grasa y el barro con un género limpio sin hacer demasiada presión sobre el microprocesador, sólo la necesaria y, ahora sí, aspira todo el polvo de la placa con la ayuda de un suave pincel.

Puedes tomarte el tiempo necesario para éste trabajo, observando cada cosa, cada componente, haciéndolo con agrado y con la satisfacción de hacerlo tú mismo. Descubre circuitos integrados, bobinas, resistencias, capacitores, aprovecha a fotografiar tu trabajo si puedes disfrutando el momento y ponle todo el respeto y esmero que el mismo amerita. Absorbe todos los aprendizajes que puedas de él, no lo tomes cómo una obligación desde el inicio porque estarás más propenso a fallar que a tener éxito en la tarea que estás realizando.

Al rescate del Cooler

Una vez que la placa principal está tan limpia como cuando era nueva, nos dedicaremos a los elementos vitales para el funcionamiento de los actuales sistemas a las temperaturas adecuadas. Los coolers, sopladores o ventiladores, cómo ya hemos expresado antes. Algunos nos brindan la posibilidad de ser desarmados para su limpieza y mantenimiento mientras que otros no. Debemos estar muy atentos a esta posibilidad para así lograr un trabajo óptimo.

De todas formas, antes que nada, los limpiaremos con el pincel y la aspiradora lo mejor que se pueda, ya que contendrán adosada a su superficie un tizne y un polvillo muy espeso que todo lo ensucia y entorpece su manipulación para una inspección ocular correcta. Cuando ya estén limpios externamente, levanta con cuidado (porque deberás reutilizarla) la etiqueta autoadhesiva que trae la marca y otros datos.  Si el soplador se puede desarmar descubrirás una arandela plástica removible que sirve para mantener al eje en su posición. Ayudándote con pequeños destornilladores y/o alfileres, retírala con especial cuidado de que la misma no salte y se extravíe. Pon especial atención a éste procedimiento. Estando dicha arandela de sujeción a resguardo, separa el cuerpo móvil del fijo, tal como muestra la imagen.

La tierra además de impregnarse en todo el interior del motor, se mezcla con la grasa que el fabricante coloca dentro del mismo para lubricar el giro, formando un barro pegajoso que, además de ser abrasivo, provoca el endurecimiento del eje del motor terminando en un freno del mismo y a veces con una detención total. Y como dijimos al comienzo, ésta es la madre de todos los extraños problemas de funcionamiento del ordenador.

Aspira nuevamente ambas secciones y limpia internamente con un género la parte móvil también en su interior. Lo negro que descubres bajo la tierra y pegado a la pared en la periferia, es una goma con propiedades magnéticas que hace las veces de imán permanente en el motor. Lava con solvente el eje metálico central y luego ponle una muy pequeña capa de grasa para mecanismos.  ¿Has leído bien? Muy pequeña cantidad. La suficiente para garantizar un giro lubricado. Si no tienes ningún tipo de grasa especial utiliza vaselina sólida.

Ahora, en la parte fija del motor o estator limpia atravesando un género, el buje de bronce donde se inserta el eje metálico que terminamos de lubricar y engrasar. Si fuese necesario humedécelo con solvente para que se quite toda la grasa pegada en su interior.

Cuando culmine éste acto de limpieza con la prolijidad que traes hasta ahora, inserta la parte móvil en el estator verificando una libre rotación de los álabes, coloca la arandela plástica de sujeción, la tapa autoadhesiva que lo protege de la entrada de tierra, y ya habremos terminado el mantenimiento preventivo al cooler.

Si el cooler no puede desarmarse como lo explicado, al menos verifica su libre giro. Aspíralo con cuidado pasándole un suave pincel por toda su integridad, limpia bien sus álabes y, si tienes acceso visual al eje aunque no puedas desarmarlo, aplica con cuidado un poco de lubricante en aerosol cómo puede ser WD40. Con eso será  suficiente para mantenerlo protegido hasta la próxima intervención.

Armado final

Ahora emprenderemos el camino recorrido a la inversa, ensamblando todo lo que hemos quitado para su limpieza y manutención. Lo primero será armar el conjunto “cooler – disipador” y buscar la orientación que traía originalmente para que nos permita una conexión práctica y cómoda del mismo a la placa principal.

Antes de insertar dicho conjunto en la placa principal, verteremos sobre la parte superior del microprocesador una cantidad de Grasa Siliconada Disipadora de Calor que resulte en una capa de uno a dos milímetros de espesor. Esta grasa la podemos comprar en cualquier tienda de productos electrónicos para técnicos y viene en presentación de frasco o de jeringa según el uso que se le vaya a dar.

Debes tomar la especial precaución de inspeccionar visualmente muy bien la zona y que la misma esté libre de elementos que puedan entorpecer el efectivo contacto físico entre la parte superior del microprocesador y el disipador de calor.

Inserta los encastres plásticos que posee el conjunto “disipador – cooler” y asegúralos mecánicamente al motherboard con las trabas giratorias que antes habíamos quitado. Realiza una inspección visual por cualquier resquicio que quede libre para verificar el asiento óptimo del disipador sobre el microprocesador.

Debes poner todos tus sentidos en ésta parte del trabajo ya que un mal posicionamiento de éste conjunto deriva inevitablemente en un mal funcionamiento del sistema. Colocaremos ahora el banco de memoria RAM en su zócalo, prestando atención a su posición correcta según la muesca cómo indica la imagen.

Finalmente, estamos en condiciones de colocar nuestro motherboard dentro del gabinete y reconectar nuevamente todo el sistema. Una mención especial le cabe a que debes respetar los tipos de rosca de los tornillos que has retirado de cada lugar específico durante el desarme, y no debes dejar de observar que todos los tornillos que sujetan el motherboard llevan una arandela aislante para evitar cortocircuitos y para garantizar un montaje seguro del mismo.

Seguiremos las indicaciones que habremos anotado, haremos coincidir los conectores marcados en cada lugar específico e instalaremos los sopladores adicionales que también hemos limpiado y quitado del gabinete. No te olvides de colocar siempre los mismos como extractores con circulación de flujo de aire hacia el exterior de acuerdo a las indicaciones que traen en relieve en su exterior.

Abusa, si debes, de la inspección visual y detente en cada conector, en cada posición, en cada tornillo, en cada paso que hemos dado y asegúrate que no estas dejando nada librado al azar. Cuando todo esté conectado, coloca las tapas al ordenador, ya que el mismo sin ellas volverá a ensuciarse rápidamente además de brindar un feo aspecto.

Finalmente puedes instalar el teclado, el ratón, el monitor y todos los periféricos que habitualmente conectas a tu ordenador al dar marcha. Si has seguido con atención los consejos aquí vertidos y no has subestimado ninguna recomendación, los resultados no pueden ser otros que excelentes. Tu ordenador habrá renovado su vida útil y habrás aprendido a hacerlo por ti mismo, a la vez que te haz ahorrado unos cuantos euros. En el video puedes ver al ordenador del ejemplo, funcionando nuevamente al culminar la limpieza.

Escrito por Mario

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