El ayuntamiento de Málaga acaba de recibir una histórica sanción por parte de la CMT donde le comunica que deberá pagar una multa de 300.000 euros por ofrecer Internet gratuito a los ciudadanos mediante su red W-Fi. El consistorio se resiste ferozmente a la sanción y anuncia que la recurrirá hasta donde haga falta y que, mientras tanto, no desconectará la red porque alega que se diseñó para uso propio de los centros municipales donde disponen de red inalámbrica.
La pelea que mantiene el Ayuntamiento de Málaga desde hace un par de años ha culminado finalmente en una sanción récord que la Comisión Nacional de Telecomunicaciones le ha impuesto por saltarse las leyes actuales. Le van a caer 300.000 euros por no obedecer las advertencias de la Comisión que ya le comunicó en su momento que no puede sostener una red inalámbrica gratuita si primero no se registra como operador de comunicaciones. El consistorio alega que la red era explotada en régimen de autoprestación. Esto significa que la conexión era necesaria para el trabajo propio de la dependencia municipal y que, en caso de dar acceso al ciudadano, el servicio estaba ligado a su actividad. Un ejemplo es el de las bibliotecas. Ya habían conseguido crear la red Wi-Fi municipal más grande de España y daban acceso a Internet a 40 dependencias municipales (y sus alrededores) y tenían previsto aumentarlo a otras 120.
La CMT no ha creído tales argumentos y tras un largo período de advertencias legales ha decidido sancionar al consistorio malagueño por haber infringido la ley y le impone la multa más alta de la historia. Consideran que han incurrido en una falta muy grave por haber dado Internet a los ciudadanos sin haberse registrado como operador oficial, según dispone la ley en su articulado específico referido a estos casos para evitar la competencia desleal por parte de las administraciones públicas. El ayuntamiento ya recibió dos resoluciones anteriores (año 2008 y 2009) donde les advertían de la gravedad de ofrecer Wi-Fi gratis a los usuarios si no cumplían con la normativa. Estas amenazas no acobardaron al concejal de Nuevas Tecnologías, Francisco Salas, que siguió adelante con este servicio inalámbrico municipal asegurando que lo hacía para disponer de una red propia del ayuntamiento.
Hay que recordar que la cantidad de usuarios beneficiados por esta iniciativa no supera las 500 personas y sólo se pueden conectar en las cercanías de instalaciones como el pabellón de deportes Martín Carpena o el Teatro Cervantes. Esto le parece inaceptable a la CMT aunque reconoce que son pocos los usuarios y que esta red no tiene carácter comercial. La CMT, que tiene abierto un proceso de consulta pública para estudiar cambios en la restrictiva legislación que prohíbe en la práctica a los ayuntamientos dar Internet gratis, sí ha autorizado en los últimos meses otras dos redes WiFi en ciudades importantes, como el caso de Barcelona y Avilés, pero sólo con carácter temporal.