Cuando uno se va de vacaciones fotografía o graba en vídeo horas de nimiedades que cuando llega a su lugar de residencia probablemente no verá nunca más luego de pasarlas de la SSD al disco duro. Pero para aquellos más voluntariosos y apegados a los recuerdos que quieran editar los vídeos con horas de escenas prescindibles sin pasar días frente a un editor de vídeo complejo, tal vez Magisto pueda serles útil. La aplicación web permite que subas tus vídeos para que hacer una edición de vídeo automática (aunque muy básica) que tendrá como resultado vídeos más ricos en distribución del contenido y no esos bódrios de 40 minutos de paisaje.
La edición de vídeo no es para cualquiera. No por cuestiones meramente técnicas y de capacidades innatas de saber acomodar un frame al costado de otro, o de saber elegir el filtro correcto para una transición, sino porque el demandante proceso de editar un vídeo también tiene en sus características generales el de ser un poco tedioso –sino soporífero- para quienes no están acostumbrados a realizar montajes. De esta forma, y con la poca asistencia para contrarrestar esto que proveen las aplicaciones más duras en la materia, el usuario promedio que quiere editar el largo vídeo de sus vacaciones tiende a dejar los proyectos por la mitad, lo que conlleva a no disfrutar el lindo recuerdo en su esplendor o incluso a llevárselo a profesionales del rubro para pagar un monto de dinero innecesario dado que lo puedes hacer en tu ordenador, sin demasiada atención a la pantalla. Por lo menos eso dice Magisto, una aplicación web que hace ediciones de video automáticas.
Magisto se promociona así mismo como una plataforma de edición de vídeo automática online, pero para quien todavía se pregunte cómo podría funcionar esto, Magisto sólo muestra en su interfaz una invitación a subir un vídeo crudo de, preferentemente, larga duración, y ellos lo devolverán en forma de película corta donde las partes más aburridas o repetitivas serán editadas, tal y como tú harías si te pusieras unas cuantas horas delante de Adobe Premiere o de las innumerables otras alternativas más accesibles. La subida del archivo no se hace de una vez incluso, por lo que puedes subir tanto un vídeo largo (máximo 600 MB c/u) como varias partes de distintos vídeos para que en Magisto se unan formando uno. A este le puedes poner el título por adelantado, una banda de sonido con tus archivos propios o los propuestos por la aplicación web. A continuación viene una espera de alrededor de 30 minutos en adelante, dependiendo de cuál sea el tamaño total de tus archivos, para que te llegue un correo de Magisto informándote de que tu película ya está lista para compartir.
Para quienes han probado la aplicación en profundidad, las cosas parecieron funcionar muy bien si se habla de una edición de vídeo básica y no apta para amantes de lo artístico o de las transiciones que son espectaculares en sí mismas. Lo importante de esto, y algo que se dio muy bien en nuestra prueba, es que realmente se recortan muchas escenas que son prescindibles (como la repetición de paisajes o los periodos de cámara estática, aunque no rotan los vídeos grabados invertidamente, así que tienes que hacerlo tú antes de subirlos). La fórmula detrás de Magisto queda sumida en la magia a la que el nombre de la aplicación hace referencia, pero si quieres probar una forma rápida, automática y sin pretensiones lujosas de editar un vídeo de vacaciones que puedas mostrar a otros sin generar bostezos masivos, Magisto es gratuito y sólo requiere de un registro o de login con Facebook.