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Lunokhod 1:El primer rover ruso en alunizar

Hace 40 años la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas envió la sonda “Lunokhod 1” rumbo a la Luna. Esta sería la primera de una serie de tres vehículos robóticos controlados por control remoto, que tenían como objetivo ampliar el conocimiento que se tenia de nuestro satélite. Durante un año “navegó” por el Mar de las Lluvias, hasta finalizar su misión. Pero hace unos meses en la NASA descubrieron asombrados que Lunokhod 1 aún funciona.

La mayoría de la gente, al menos en occidente, cree que el primer vehículo que llegó a la Luna fue el Apolo XI con los tres astronautas estadounidenses a bordo, en julio de 1969. Sin embargo, antes de que el hombre pisase nuestro satélite varios vehículos robóticos recorrieron los 384 mil kilómetros que nos separan de la Luna, para que los científicos de la época pudiesen poner a punto las misiones tripuladas posteriores. Fueron los rusos quienes dieron los primeros pasos: el primer robot en estrellarse contra la Luna fue el soviético “Luna 2”, el “Luna 3” fue el primero en enviar imágenes de su superficie (en 1959) y el “Luna 9” fue el primero en alunizar de una pieza, en 1966. Poco después, el “Luna 10” se convirtió en el primer satélite artificial de nuestro satélite natural. Los rusos, evidentemente, llevaban la delantera en lo que a sondas lunares robóticas se refiere. El alunizaje de Neil Armstrong y Edwin Aldrin opacaron completamente los logros soviéticos, y el éxito de sus ingenios -en gran parte por conveniencia política- pasó desapercibido en nuestros países.  Esa es una de las razones por las cuales un robot impresionante como el Lunokhod 1, que 40 años después de haber llegado a la Luna aún funciona, casi no se conozca.

Los “Lunokhod” fueron vehículos robóticos rusos construidos en la década de 1970 para la exploración lunar. A un costo mucho menor que el del programa tripulado Apolo, y sin poner en riesgo vidas humanas, estos robots fueron pensados para recorrer la Luna y enviar a nuestro planeta imágenes y datos de su superficie. A pesar de que inicialmente se habían previsto al menos tres lanzamientos, sólo los Lunokhod 1 y 2 llegaron a nuestro satélite. Lanzado a bordo de un cohete Protón junto a la sonda Luna 17, el Lunokhod 1 alunizó sano y salvo el 17 de noviembre de 1970. Su aspecto nos recuerda al de un robot protagonista de una mala película “clase B”, pero fue construido utilizando lo mejor de la ciencia rusa de la época. De pequeño tamaño -poco más de dos metros de largo y 160 centímetros de ancho- y operado por control remoto, el Lunokhod 1 fué durante 27 años (hasta 1997, cuando la NASA envió la Mars Pathfinder a Marte) el único vehículo operado por control remoto en visitar un lugar extraterrestre. Diseñados por Alexander Kemurdjian y construidos por la empresa NPO Lavochkin, los Lunokhod siguen siendo -40 años más tarde- los únicos dos “ laboratorios móviles robóticos” operados por control remoto en visitar la Luna.

Se desplazaba sobre 8 ruedas metálicas, y pesaba unos 750 kilogramos. A lo largo de todo un año recorrido unos 10 kilómetros de la región lunar llamada “Mar de las Lluvias” (Mare Imbrium). Durante este trayecto tomó unas 200 imágenes panorámicas de más de 80 mil metros cuadrados, que fueron transmitidas a la Tierra junto a 20 mil imágenes televisivas. Una de las tareas más importantes realizadas por este robot fueron las pruebas efectuadas -más de 500- sobre el suelo y polvo lunar. Gracias a  Lunokhod 1, los científicos rusos dispusieron de un detallado análisis físico de 500 sitios diferentes de la superficie de la Luna, y de datos de las propiedades químicas de otros 25. Todo ello sin mover sus soviéticos traseros de la silla. El robot también había sido dotado de un sistema láser -capaz de “responder” con un pulso cuando se lo iluminaba desde la Tierra- que sirvió para conocer la distancia que nos separa de nuestro satélite con una exactitud 100 veces superior a la disponible en esa época.

Lunokhod 1 había sido diseñada para “vivir” durante unos tres meses. Pero su robustez permitió a los técnicos rusos operar el vehículo durante casi un año, hasta septiembre de 1971. En ese momento se agotó la pila isotópica encargada de proporcionar el calor indispensable para que sus instrumentos no se congelaran con el frío lunar, y se lo hizo desplazar hasta una región de terreno lo suficientemente llana como para que pudiese utilizarse, desde la Tierra, el reflector láser mencionado. El 14 de septiembre de 1971, a las 13:05 horas, se perdió contacto con el robot y la sonda se dio por perdida. Pero Lunokhod 1 todavía nos daría una sorpresa.

En 1993, y pesar de permanecer en la Luna, el vehículo robótico fue vendido en subasta por 68.500 dólares. Su dueño seguramente nunca imaginó que el Lunokhod 1 -o al menos parte de él- aún funcionaba. Hace pocos meses, en abril de este año, un equipo de la NASA liderado por Tom Murphy, de la Universidad de California en San Diego, “iluminó” el equipo láser del robot utilizando el telescopio de 3.5 metros “APOLLO” del Punto Observatorio Apache, en Nuevo México. Increíblemente, el Lunokhod 1 les respondió la señal, con una potencia inusitada. “La mejor señal que habíamos recibido del Lunokhod 2, hace muchos años, poseía unos 750 fotones, pero esta vez recibimos más de  2.000 fotones desde el Lunokhod 1”, relató Murphy. “ Nos está hablando en voz alta y con claridad”, agregó. Si bien el artefacto es incapaz de desplazarse, tomar fotografías o responder a las señales de radio, parte de su equipo aún es capaz de funcionar. Cuatro décadas han pasado desde que ese robot con forma de tina de baño llegó a la Luna, y aún sigue respondiendo a nuestros mensajes. Semejante logro merecer ser recordado y reconocido. ¿No te parece?

Escrito por Ariel Palazzesi

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