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Luna Gaia: Un hábitat lunar autosuficiente

La humanidad se ha sentido atraída por esa esfera de color blanco que cuelga en el cielo nocturno o diurno desde que el primer humano fue consciente de que estaba allí. Seguramente algún día podremos vivir sobre su superficie, pero para ello necesitaremos construir un hábitat lunar autosuficiente.

Julio Verne fantaseó con viajar a la luna, mucho antes que cualquier científico se haya planteado seriamente esa posibilidad. Finalmente, en 1969 el hombre logró llegar a nuestro satélite, y caminar por su superficie. Pero ese logro impresionante no fue más que un paseo. El verdadero desafío es poder permanecer sobre la Luna durante periodos prolongados de tiempo. Y para eso hace falta un hábitat autosuficiente.

Los científicos han trabajo para resolver este problema desde hace décadas, con resultados más o menos alentadores. De alguna manera, lograr una vivienda espacial que no necesite apoyo exterior podría ponernos a salvo de la rebelión robótica que, según predicen algunos, terminará por echarnos del planeta.

El hábitat que ves en la foto es el fruto del trabajo de un grupo de investigadores australianos. Si bien en realidad no es 100% autosuficiente (no puedes vivir 50 años seguidos en él), su efectividad a la hora de reciclar el aire y demás elementos básicos para la vida en su interior supera el 90% o 95%.

Ha sido bautizado con el nombre de “Luna Gaia”, y emplea un sistema de reciclaje cerrado que convierte “casi” todo el material dentro del mismo. El porcentaje restante debe ser aportado mediante envíos de provisiones desde el exterior del hábitat.

El subsistema de reciclaje se llama MELIiSSA (Micro-Ecological Life Support System Alternative, Alternativa de Sistema de Soporte de Vida Micro-Ecológico). Funciona gracias a colonias de microbios que viven en su interior y que se encargan de purificar el agua, reciclar el dióxido de carbono, y lo que es mas impresionante, son capaces de transformar los “desperdicios corporales” de los astronautas en alimentos.

Según los cálculos de los científicos, MELIiSSA puede mantener con vida a todo un equipo compuesto por 12 astronautas durante 3 años. Eso sí, solo resta encontrar a los 12 voluntarios que se animen a pasar 36 meses comiendo su propia caca reciclada. (¡Ajjjjj!) Igualmente, no te apures a postularte como voluntario: los científicos suponen que les llevará todavía más de una década poner el sistema a punto, aunque su tecnología podría ser empleada muy pronto para desarrollar fórmulas de cultivo sostenible y mejorar los procesos de reciclaje.

Escrito por Ariel Palazzesi

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