“Gran Hermano te vigila”, dice la famosa frase. Pero en esta ocasión, tal vez esté escuchando. La última novedad nos lleva a Samsung, quien en sus políticas de privacidad para televisores inteligentes controlados por voz advierte que cualquier expresión verbal, incluyendo aquellas con información personal o sensible, serán transmitidas a un tercero para procesar el reconocimiento de voz. Como era de esperarse, la Web está en llamas.
Imagina por un momento todo lo que has dicho, y por qué no hecho, delante de un televisor. Hasta ahora, eso no tenía mayores consecuencias por el simple detalle de que el televisor seguía siendo la clásica caja boba. Sin embargo, los tiempos han cambiado, y los televisores también. Ahora contamos con dispositivos inteligentes que se conectan a la Web, descargan actualizaciones, y aceptan comandos verbales. El mando a distancia está a punto de convertirse en algo obsoleto, y el reemplazo directo es nuestra propia voz. La gente de Samsung ofrece algunos modelos con la capacidad de reconocer palabras como comandos. Esto implica cierto nivel de conectividad y transferencia de datos, lo que lleva de un modo u otro a políticas de privacidad. La gente del portal The Daily Beast se tomó la molestia de investigar un poco más de cerca a esas políticas, y lo que encontró allí es sencillamente perturbador: Samsung admite que cualquier cosa que digamos frente al televisor, aún si se trata de información personal y/o confidencial, será transmitida a un tercero a través del reconocimiento de voz.
A los pocos días, esa pequeña entrada dentro de sus políticas de privacidad se transformó en toda una tormenta de fuego para Samsung. En primer lugar, no sabemos del todo quién es ese tercero, aunque sí se ha reportado que su función es la de convertir voz a texto. Y en segundo lugar, se está recolectando información adicional para evaluar el rendimiento de la función. El control de daños por parte de Samsung ha sido amplio: Los usuarios pueden desactivar el reconocimiento de voz y desconectar a la unidad de la Web, el televisor indica su estado con un icono en la pantalla, las transferencias son cifradas, los datos están compuestos por sentencias de búsqueda solamente, y no retiene ni vende estos datos a otras compañías.
La verdad de fondo es que el reconocimiento de voz ha llegado para quedarse. Apple, Google, Amazon, Microsoft, Motorola y varios fabricantes de coches tienen productos en el mercado con sistemas activos de reconocimiento. Pero lo que en verdad irrita aquí es la forma en que Samsung publica su advertencia. Básicamente le dice al usuario “ten cuidado con lo que dices frente al televisor”. Un activista de la EFF comparó la entrada con un pasaje de “1984”, y nos causa escalofríos. El gigante coreano rechazó todas las acusaciones orwellianas, calificándolas de exageración, pero la historia parece estar lejos de terminar. ¿Es acaso un efecto más de los tiempos actuales, o las compañías como Samsung han ido demasiado lejos? Los comentarios están abiertos.