La semana pasada estudiamos de cerca al proyecto de Denis Shiryaev que transforma y anima los rostros de pinturas clásicas, y sus resultados fueron extraordinarios. Sin embargo, Denis no es el único interesado en combinar al arte con la inteligencia artificial. Hoy es el turno de Bas Uterwijk, un fotógrafo independiente de Ámsterdam que utiliza redes generativas antagónicas para crear «retratos realistas» de figuras históricas, pinturas, estatuas, y hasta personajes de videojuegos.
Cuando comenzaron a circular los primeros artículos dedicados a la inteligencia artificial y sus potenciales aplicaciones, el arte no aparecía muy arriba en la lista de prioridades. Pero un experimento de Google con sus redes abrió un amplio abanico de posibilidades, y desde aquel entonces los proyectos se han multiplicado. Hoy, una inteligencia artificial puede escribir canciones y guiones de películas (o al menos, hacer el intento). También crea rostros de la nada, los transforma en personajes de anime, y los extrae de imágenes pixeladas.
Pero en estos últimos días registramos otra tendencia: Desarrollar versiones «reales» de los rostros en pinturas y estatuas famosas. De ese modo llegamos a Ámsterdam, donde se encuentra el fotógrafo independiente Bas Uterwijk. Con la ayuda de la plataforma de inteligencia artificial Artbreeder, que ofrece una gran cantidad de interpretaciones sobre una imagen, Uterwijk creó una serie de retratos a los que termina de editar y optimizar por su cuenta. Eso habilita cierta libertad artística, ya que el fotógrafo escoge detalles como el color de cabello y de ojos para las estatuas, pero la cantidad de material cargado en Artbreeder es igual de importante.
Por ejemplo, Uterwijk explica que en el caso de la Reina Isabel I de Inglaterra, existen múltiples obras sobre ella, y al cargar diez imágenes diferentes logró obtener una versión más «realista» a partir del promedio. Artbreeder combina las tecnologías de los proyectos abiertos GANBreeder y BigGAN, y está abierto al público. ¿Quién sabe? Con el suficiente entrenamiento y la edición adecuada, tal vez puedas obtener resultados similares a los de Uterwijk en tu hogar.
Si quieres saber más sobre el trabajo de Bas Uterwijk (incluyendo a aquellos proyectos que no tienen relación con inteligencia artificial), no dudes en visitar su perfil de Instagram, y su página oficial.
La de Jesucristo no se parece en nada, la barba y quizá la nariz, pero el resto no tiene que ver con la imagen original, creo con ese se fue la mano en lo de “editar y optimizar por su cuenta”