Los bugs son inevitables. Es obvio que ningún desarrollador quiere encontrar defectos en sus creaciones, pero tarde o temprano, las fisuras aparecen. Si son lo suficientemente molestos a nivel software, imaginen el dolor que causan a los usuarios cuando se encuentran en el hardware. Algunos tienen un efecto mínimo, mientras que otros pueden inutilizar a un sistema por completo. Y por más grande que sea la empresa o el fabricante, no existe inmunidad alguna. En esta ocasión, daremos un repaso a algunos de los bugs de hardware más famosos que la informática y los usuarios han sufrido.
¿Has comprado un nuevo componente? ¿Un dispositivo que recién ha salido al mercado? ¿Eres lo que se dice un “adoptante precoz”? ¿Y luego has tenido problemas con eso que has comprado? Bienvenido al mundo de los bugs de hardware. Porque el hecho es que sí, el hardware también puede tener bugs. Errores en el diseño y la fabricación no son algo exclusivo de la informática, y la historia ha aportado tremendos ejemplos de ello, como por ejemplo el Titanic y su acero de baja calidad. Durante estos últimos años hemos visto bugs que van desde lo muy sutil hasta el rango de falla catastrófica irrecuperable, demandando un reemplazo completo de los componentes afectados.
No han faltado los casos en los que un parche de software ha mitigado o solucionado por completo los efectos de dichos errores, pero el punto sigue siendo que a nadie le gusta comprar un producto defectuoso, y en general lo más irritante ha sido la negación o la negligencia de las empresas involucradas. Cuando hablamos de empresas, no estamos haciendo referencia a oscuros fabricantes OEM escondidos en Asia. Hablamos de gigantes como Intel, AMD, IBM y Nvidia, que conocieron de cerca lo caliente que puede ser la sartén de la opinión pública. La lista que ofrecemos hoy está lejos de ser completa, pero tiene unos ejemplos que han sido más que relevantes tanto para los usuarios como para el mercado.
IBM Deskstar 75GXP
Había una época en la que IBM, gigante informático como pocos, hacía discos duros. La serie Deskstar fue una de las más conocidas, no sólo por aquellos ejemplares que funcionaban bien, sino por los que se deshacían dentro de los ordenadores. El Deskstar 75GXP, lanzado en marzo de 2000, tenía unas fallas de diseño tan severas que el desgaste en los platos prácticamente los hacía transparentes a simple vista. Aproximadamente el cincuenta por ciento de los discos duros bajo ese modelo fallaron durante el primer año de uso, lo cual les hizo ganar el nombre de “Deathstars”. IBM vendió su división de discos duros a Hitachi en 2003, pero le tomó cuatro años resolver el conflicto legal que causó este grave error en el diseño.
Chipset Intel i820
Dice la leyenda que a finales del mes de noviembre de 1999, Intel lanzó el chipset i820 para procesadores Pentium III, con la intención, entre otras cosas, de introducir la memoria RDRAM al mercado. El alto costo de estas memorias hizo que el i820 estuviera disponible con compatibilidad SDRAM, a través de un llamado “Centro de Traducción de Memoria”, también conocido como MTH. ¿Qué fue lo que pasó? Este MTH estaba repleto de agujeros, y uno de ellos fue tan severo que Intel decidió ofrecer recambios de placas base “y” la entrega de memorias RDRAM como compensación. Esto no hizo que Intel se rindiera con la RDRAM, y trató de reintroducirlas con los primeros Pentium 4, pero tampoco tuvo mucha suerte, ya que para ese momento, las memorias DDR estaban por todas partes.
El bug “FDIV” (Pentium)
En junio de 1994, cuando el DOS y WIndows 3.x gobernaban el mundo, cierto profesor del Lynchburg College llamado Thomas Nicely descubrió un error de cálculo luego de comenzar a utilizar uno de los entonces flamantes procesadores Pentium. Le tomó cuatro meses aislar el error, bautizado “bug FDIV” por “floating-point division”, cuyo efecto es arrojar resultados erróneos en divisiones de punto flotante. Cuando Nicely lo reportó a Intel, no sólo dijeron que estaban conscientes del problema desde mayo de ese año, sino que sólo reemplazarían los procesadores de aquellos usuarios que pudieran probar que eran afectados por el bug. La respuesta mediática fue implacable, e Intel cambió su postura ofreciendo reemplazos en forma general. Intel debió gastar unos 475 millones de dólares no tanto por el bug en sí, sino por su penosa actitud frente al mismo.
El bug TLB de los Phenom
A fines de 2007 toda la comunidad esperaba con ansias a la nueva arquitectura K10 de AMD. En septiembre fueron lanzados los primeros Opteron, y dos meses después apareció la familia Phenom bajo los núcleos “Barcelona”. Sin embargo, en el mismo mes de noviembre que los Phenom debutaron en el mercado, se debió suspender la producción de la revisión “B2” debido a un fallo en el TLB o “Translation Lookaside Buffer”, que podía llevar en ciertos casos a una condición de carrera y un eventual cuelgue del ordenador. Loa fabricantes modificaron sus BIOS para aplicar parches que podían deshabilitar este búfer, pero la pérdida de rendimiento podía llegar, en el peor de los casos, al 20 por ciento. AMD necesitó de cinco meses para corregir el bug en la revisión B3, pero el daño estaba hecho, e Intel no dudó en seguir ganando mercado.
Los chips Nvidia en portátiles
A todo usuario le gusta contar con un vídeo más o menos decente en su portátil, y tanto los chips Radeon como los GeForce están cumpliendo con ese deseo. Sin embargo, a mediados de 2008 Nvidia tuvo un serio inconveniente con algunos de sus chips. Básicamente, toda la familia G84 y G86 tenía problemas de exceso de temperatura. A esto se le sumó una instalación BGA deficiente en una gran cantidad de portátiles, afectando a marcas como HP, Dell, e incluso Apple. En el mejor de los casos, una actualización del BIOS podía reducir la velocidad de reloj en el chip, haciendo que generara menos calor. En el peor, el usuario sufría toda clase de errores de vídeo, y terminaba con su portátil inutilizada. El intento de ocultar esto por parte de Nvidia (consciente del asunto desde noviembre de 2007) causó una pérdida del 31 por ciento en el valor de sus acciones.
Los chipsets para Sandy Bridge
Los procesadores basados en la arquitectura Sandy Bridge estaban masacrando a cada benchmark que encontraban en su camino, y sin embargo, no fue un bug en ellos lo que los detuvo, sino un error en los chipsets bajo los que operan. Intel emitió una orden de retiro para todas las placas base con chipsets P67 y H67 compatibles con Sandy Bridge, debido a un bug en el controlador integrado SATA de 3 Gb/s que no puede ser corregido por software. Si bien se estima que las máquinas afectadas en un lapso de tres años no excedería al cinco por ciento, el bug provoca una degradación en los enlaces SATA, perdiendo rendimiento con el tiempo, y llegando a un eventual fallo de detección de las unidades. Los fabricantes ya han activado programas de recambio para los consumidores, y se espera que la nueva revisión de los chipsets esté disponible en abril, pero por seguridad, sería razonable esperar al menos hasta mayo para garantizar la evasión del bug. Un tropiezo muy feo para Sandy Bridge, el cual sin dudas está siendo aprovechado por AMD.
La plaga de capacitores (condensadores)
¿Recuerdan a nuestra galería de capacitores (o condensadores, como algunos prefieren)? ¿Ese verdadero show de horrores deformados y emitiendo químicos? Eso no fue otra cosa más que un equivalente nuclear a un bug de hardware. Los fabricantes no tomaron los recaudos necesarios para determinar el origen de estos componentes, concentrándose principalmente en la reducción de costos, y tanto usuarios como sistemas alrededor del globo han pagado (y continúan pagando) las consecuencias. Todo lo que se ahorraron los fabricantes y mucho más debió ser gastado reemplazando componentes y haciendo honor a los períodos de garantía existentes. Sin ir más lejos, recientemente he encontrado a un ordenador Dell OptiPlex GX270, ¿y adivinen qué problema tenía…?
Por supuesto, la lista sigue. Desde el conector de 72 pines en la Nintendo NES y el error de verificación de su chip 10NES hasta el Anillo Rojo de la Muerte de la Xbox 360, pasando por cosas recientes como la atenuación en la señal del iPhone 4. Problemas de diseño, errores de fabricación, y toda otra clase de inconvenientes azotan y continuarán azotando a nuestros dispositivos. Después de todo, quienes los crean son humanos, y algo siempre se va a escapar. ¡Buena suerte!