La primera vez que lo leí, no lo creí. Sin embargo, los reclamos se multiplicaron rápidamente: Varios compradores de la Ultrabook Dell Latitude 6430u se quejaron durante meses por el olor a pis de gato que emitían sus ordenadores. Dell ha reconocido el problema, y al parecer, su origen no es biológico.
Nunca falta el clásico reclamo fuera de lo común en los foros pertenecientes a los grandes fabricantes. Pero en esta oportunidad, el reclamo resultó ser válido, además de inesperado. Durante los últimos meses, varios usuarios que adquirieron la Ultrabook Latitude 6430u comercializada por Dell no duraron en volcarse hacia la sección de soporte para reportar un desagradable olor proveniente de las portátiles (thread con el título “nueva 6430u huele horrible”), tan fuerte que muchos no pudieron llevarlas a sus trabajos, pero el detalle más llamativo es que la gran mayoría de los usuarios asoció el olor con el pis de gato. De hecho, uno de los desafortunados compradores llegó a sospechar que su felino había autografiado a la Ultrabook con su orina, pero al reemplazar la unidad por una nueva, se encontró otra vez con el peculiar aroma.
La primera respuesta oficial por parte de Dell llegó el pasado 14 de octubre. Allí se explica que el olor está relacionado a un proceso de fabricación que ya fue corregido, que el olor no tiene origen biológico, que no representa un riesgo para la salud, y que toda nueva Latitude 6430u debería estar libre de los “síntomas”. El foco del problema es la sección en la portátil donde el usuario descansa las palmas de sus manos. Aquellas personas que por alguna razón aún no cambiaron sus sistemas, pueden contactarse con el departamento técnico correspondiente para reemplazar la pieza afectada. ¿Qué habrá pasado durante ese “proceso de fabricación”? Lo primero que nos viene a la mente es amoníaco. El compuesto se utiliza en la fabricación de plásticos (entre otras cosas), y su vínculo con la orina de gato es muy estrecho.