Si estás buscando adquirir un ordenador portátil, lo más probable es que ocho o nueve de cada diez opciones posea un procesador Intel en su interior. Las mentes maestras de AMD saben que necesitan cambiar esa situación cuanto antes, y el arma elegida es la nueva serie de procesadores Carrizo, basada en los núcleos Excavator, la última generación de la famosa tecnología Bulldozer.
El mercado de los ordenadores se encuentra en un estado bastante raro. Todos los indicadores siguen registrando caídas, pero eso no ha evitado cierta aceleración en la competencia. Los nuevos ordenadores son más compactos y poderosos, sin mencionar que el incremento en la duración de sus baterías los hace todavía más atractivos. La sensación es que los ordenadores portátiles están acumulando energía para lanzar un golpe al dominio de las tablets, cuyo desarrollo comercial se encuentra definitivamente estancado desde hace ya varios meses. Esto nos traslada automáticamente al terreno de los fabricantes, pero las reglas aparecen mucho más definidas allí. Intel es un verdadero monstruo entre los ordenadores portátiles, y aunque las alternativas actuales de AMD son fuertes, sufren problemas de visibilidad y disponibilidad.
AMD planea modificar ese patrón con la llegada de los nuevos procesadores Carrizo. Técnicamente, los chips Carrizo utilizan núcleos Excavator, cuarta y en teoría última generación de la arquitectura Bulldozer. Carrizo es el segundo tercio de los lanzamientos que AMD realizó recientemente. El primero es la actualización de sus procesadores Kaveri de escritorio, bajo el nombre código «Godavari», que tiene como máximo exponente al A10-7870K (quad-core, 3.9 GHz, FM2+), y el segundo es Carrizo-L, una variante más económica de la que se sabe muy poco por ahora. Los tres modelos principales de Carrizo (de acuerdo a las imágenes oficiales) fueron identificados como A8-8600P, A10-8700P, y FX 8800P. Así es: La estrategia de AMD incluye el lanzamiento de una variante FX móvil para los portátiles de alto rendimiento. Los fabricantes tendrán la opción de apuntar hacia una autonomía extendida, o una mayor velocidad, ya que los chips Carrizo (A10-8700P y FX 8800P en este caso) estarán disponibles con un TDP de 15 o 35 vatios.
Otros aspectos a tener en cuenta sobre los nuevos procesadores es el soporte HEVC vía hardware (AMD anticipa 300 minutos de reproducción HEVC en una batería de 50 Wh), las casi nueve horas de vídeo H.264 en comparación con Kaveri, la aceleración de contenido multimedia bajo Windows 10 (todo lo que sea streaming vía Xbox One, Skype, y reproducción en Windows Media Player), y un pequeño núcleo Cortex-A5 enfocado exclusivamente en la seguridad, detalle que busca tentar al mercado empresarial. Se espera que Carrizo haga acto de presencia en portátiles con un precio ubicado entre los 400 y los 700 dólares, y ya hay al menos cinco marcas (HP, Lenovo, Acer, Toshiba y Asus) que los adoptarán para sus productos.