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Los muertos del “Corazón del demonio”

Harry K. Daghlian y Louis Alexander Slotin formaron parte del equipo científico que durante la década de 1940 desarrolló las primeras bombas atómicas en el marco del denominado “Proyecto Manhattan”. El primero se desempeñaba como ayudante del segundo, y ambos perdieron la vida en dos accidentes separados, ocurridos en los laboratorios de Los Álamos. En ambos casos los científicos trabajaban sobre un núcleo posteriormente bautizado “Corazón del demonio” y utilizado en el ensayo nuclear ABLE dentro de la Operación Crossroads.Finalizada la Segunda Guerra Mundial, en la que el ejército estadounidense volatilizó unas 210 mil personas en Nagasaki e Hiroshima, los científicos de ese país continuaron trabajando en el desarrollo de bombas atómicas. El mundo se encaminaba hacia lo que luego se conocería como “la Guerra Fría”, y la disponibilidad de este tipo de armas era, para los generales de la época, absolutamente indispensable. Así fue como las instalaciones que se habían construido en Nuevo México para el Proyecto Manhattan, convenientemente ampliadas, se siguieron utilizando para la investigación sobre este tipo de artefactos.
Recreación del “Corazón del demonio” (Los Alamos National Laboratory)
Trabajar con sustancias radiactivas puede ser algo muy peligroso, y a pesar de contar con todas las medidas de seguridad imaginables, los físicos que trabajaban en Los Álamos arriesgaban continuamente sus vidas al manipular los compuestos utilizados para los experimentos. Louis Alexander Slotin nació el 1 de diciembre de 1910 en Rusia, pero siendo aún un niño huyó de los pogromos antisemitas de Rusia junto a su familia hacia Canadá.  Excepcionalmente dotado para los estudios, a los 16 años Slotin ingresó en la Universidad de Manitoba, donde recibió la medalla de oro tanto en física como en química. Se graduó en 1932 y al año siguiente consiguió su Master of Science. Poco después consiguió una plaza en el King’s College de Londres. Algunos historiadores afirman que formó parte de una Brigada internacional de apoyo a las tropas de la Segunda República en la guerra civil española, pero otros dicen que solo viajó a España como turista. Consiguió un doctorado en física y química en 1936 y su tesis doctoral (“An Investigation into the Intermediate Formation of Unstable Molecules During some Chemical Reactions”) recibió un premio de la universidad. En 1937 Slotin comenzó a trabajar en la Universidad de Chicago como investigador asociado. Especializado en química nuclear, fue parte del equipo que construyó el primer ciclotrón del oeste de los Estados Unidos. Sus numerosos artículos sobre radiobiología determinaron que el Gobierno de Estados Unidos lo considerase indispensable para el Proyecto Manhattan, que tenia como principal objetivo la creación de una bomba atómica. Así fue como en diciembre de 1944 y luego de pasar por el Oak Ridge National Laboratory de Oak Ridge (Tennessee), Slotin acabó en el Laboratorio Nacional Los Álamos de Nuevo México. Su trabajo consistía en efectuar las pruebas de criticalidad en muestras de uranio y plutonio.
Recreación del accidente
Básicamente, lo que hacia Slotin era llevar a estos materiales a niveles críticos, muy cercanos al punto en que comenzaría una reacción nuclear en cadena,  para estabilizar su masa. El físico Richard Feynman llamaba a estos experimentos “hacer cosquillas a la cola del dragón”, por lo cerca que se estaba de la fisión nuclear. Sus colegas se referían a Slotin como “el armero jefe de los Estados Unidos”, ya que era el encargado de preparar el núcleo de las bombas nucleares. “Trinity”, la primera bomba atómica detonada en la historia, fue ensamblada por este hombre. Slotin tenia varios ayudantes. Uno de ellos era Harry K. Daghlian, quien se convertiría en el primer muerto dentro del equipo del Proyecto Manhattan.  En agosto de 1945 se encontraba efectuando experimentos de masa crítica en el Omega Site Laboratory, que dependía del Laboratorio Los Álamos, cuando accidentalmente dejó caer un pequeño ladrillo de carburo de tungsteno dentro del núcleo de plutonio que sería utilizado en una bomba. Los ladrillos, utilizados como reflectores de neutrones, debían ser colocados lentamente alrededor del núcleo. Cuando todos se encontraban en su lugar, el montaje podía “entrar” en una reacción nuclear crítica pero controlada, algo similar a lo que ocurre en un reactor nuclear. Los protocolos de seguridad dictaminaban que este trabajo no podía ser realizado por una sola persona, pero Daghlian -trabajando a altas horas de la madrugada- violó las reglas e intentó colocar el último bloque de carburo de tungsteno. Accidentalmente dejó caer el ladrillo, y la reacción llegó a la etapa inmediatamente anterior a la fase supercrítica. En ese instante tuvo lugar un evento radioactivo acompañado de un intenso resplandor azul ionizante. Daghlian sabia que estaba muerto, pero aún así tuvo el ánimo suficiente como para desensamblar parcialmente la pila de bloques y detener la reacción. Murió tres semanas más tarde, víctima de un envenenamiento por radiación aguda.
Diagrama del accidente
Irónicamente, ese mismo núcleo, al que más tarde los científicos del equipo denominarían “Corazón del demonio” (“Demon Core”), causaría también la muerte de Louis Slotin. El 21 de mayo de 1946, Slotin se encontraba junto a otros siete físicos trabajando en un experimento que requería colocar dos medias esferas de berilio rodeando el núcleo de plutonio que había matado a Daghlian. Slotin tenia su mano izquierda sobre la semiesfera superior, mientras la mantenía separada de la otra mitad utilizando un destornillador que sujetaba con su mano derecha. En ninguna parte del protocolo escrito para esta operación figuraba el uso de un destornillador, pero parece que al ser un trabajo que ya había realizado en muchas ocasiones, Louis utilizó esta herramienta. Ninguno de los presentes debe haber considerado esto como un peligro, ya que nadie dijo una palabra. Pero en un momento de distracción el destornillador se resbaló, y el hemisferio superior de berilio cayó sobre el núcleo, provocando su reacción crítica. Nuevamente, el brillo azul asociado a la emisión de radiación electromagnética de alta energía fue observado por todos los presentes, y pudieron percibir la onda de calor proveniente del núcleo. Rápidamente Slotin levantó la semiesfera y la arrojo al piso, detenido la reacción.
La quemadura de Daghlian
El sabor agrio que sintió inmediatamente en su boca y la intensa sensación de quemazón en su mano izquierda le indicaron a Slotin que había sido expuesto a una enorme dosis de radiación, y que a fines prácticos estaba muerto. Minutos después se encontraba vomitando en el pasillo, esperando que lo llevasen al hospital. Se determinó que había estado expuesto a un dosis de radiación gamma y de neutrones cercana a 2100 rems, similar a la que hubiese recibido de estar parado a 1500 metros del lugar donde se detonase una bomba atómica. El “Corazón del demonio” se había cobrado una nueva víctima: nueve días después el accidente, el 30 de mayo de 1946, Slotin murió. El núcleo fue detonado como parte de un dispositivo nuclear denominado ABLE, dentro de una serie de pruebas llamadas Operación Crossroads. La muerte de Slotin sirvió para que en adelante, los trabajos sobre los núcleos de fisión se efectuasen mediante brazos robóticos controlados remotamente.

Escrito por Ariel Palazzesi

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