Aunque con algo de atraso, llegó la medida que todos temían, y es peor aún de que se pensaba: también están incluidos los móviles
Los ministerios de Cultura e Industria de España ya tienen casi aprobada la orden que decidirá cuales serán los soportes digitales que estarán obligados al pago de derechos de autor.
Ya se sabía hace tiempo que la medida afectaría a medios como los CD, DVD o reproductores mp3 y ordenadores portátiles. Pero el hecho de incluir a los móviles en la medida no hace más que complicar a los usuarios, y dejarlos desprotegidos.
Es que la medida atenta claramente contra los consumidores, al obligarles (aunque de manera sutil) a pagar un mismo impuesto dos veces: una al comprar el móvil, porque el impuesto estará gravado en el precio del mismo. Y otra al descargar legalmente una canción.
La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) recibirá buen dinero en sus arcas gracias a estos impuestos, y ha manifestado su alegría por la aprobación del canon digital, algo que considera un arma perfecta para detener la copia ilegal de obras protegidas por la ley de propiedad intelectual.
La industria tecnológica, en principio opuesta al canon, ahora estaría dispuesta a aceptarlo, siempre y cuando no supere un porcentaje bien establecido de antemano, y que debería rondar entre el 2% y el 5% del precio actual de los móviles.
Medidas como esta del canon digital no hacen más que poner de manifiesto el estado de indefensión en que los consumidores nos encontramos, ya que ni siquiera las grandes movilizaciones de ciudadanos, ni el más de millón de firmas recogidas en el sitio Todos contra el canon, han podido evitarla.
Tan solo retrasarla unos meses; pero ahora que ha llegado la gran pregunta de todos es hasta donde llegará la SGAE. De hecho, a principios de año los porcentajes que se manejaban para este canon eran mucho más altos, y podrían haber hecho duplicar el precio de algunos productos, algo que la SGAE no le preocupó demasiado.
Seguramente, si nadie se lo impide, llegará hasta donde se lo proponga, aunque eso signifique perjudicar a los consumidores.