Los robots que fabrican objetos no son ninguna novedad. Pero a medida que comenzamos a reducir su tamaño, todo se vuelve mucho más interesante. Aunque no pertenecen a una escala nanométrica, estos nuevos micro-robots desarrollados por SRI International para el programa de manufactura abierta de DARPA poseen una precisión y una velocidad de movimiento que causa escalofríos.
En la naturaleza podemos encontrar constructores y expertos en mantenimiento con una habilidad formidable. Por algún motivo vinieron a mi mente los nidos que fabrican los horneros, pero sería una locura olvidar a abejas y hormigas. Estos insectos se han convertido en una fuente de inspiración inagotable para científicos e ingenieros alrededor del globo, y a pesar de la enorme cantidad de proyectos, siempre hay algo nuevo para aprender de ellos. Casi de forma inevitable llegamos a la nanotecnología, y el gigantesco potencial que aún tiene guardado. Desarrollar a una legión de robots en miniatura que construyen componentes y reparan tejidos cambiaría radicalmente a los mundos de la manufactura y la medicina. Lo que tenemos hoy aquí no forma parte del territorio nanotecnológico, pero no está tan lejos que digamos. La gente de SRI International, que explora soluciones robóticas en miniatura desde los años ‘90, presentó una serie de micro-robots activados magnéticamente.
Después de reproducir el vídeo, la descripción oficial parece quedarse muy corta. Los robots son controlados por un sistema central, y una corriente que atraviesa al PCB (que a su vez hace de superficie, y no necesariamente rígida) establece sus movimientos. Hasta ahora, el robot más pequeño que ha construido SRI tiene un milímetro de lado, pero el tamaño es apenas una de sus tantas propiedades. La velocidad de los robots asciende a 35 centímetros por segundo, y el sistema magnético de control es tan preciso, que puede ordenar hasta 19 movimientos por segundo. La escala actual habilita a SRI a fabricar manualmente los robots, pero a medida que se reducen sus dimensiones, la necesidad de que los robots se construyan a sí mismos gana importancia rápidamente.
Los robots pueden trasladar pequeñas piezas, y también líquidos, como el pegamento que utilizan con gran habilidad en el vídeo. Este desarrollo llega gracias a la gente de DARPA, que hace dos años entregó una suma de dinero no especificada para su programa de manufactura abierta y el proyecto de “Micro-Fábrica para Macro-productos”. Vaya uno a saber los planes tiene en mente DARPA que involucre estos micro-robots, pero no hay dudas de que llegaremos a un punto en el que la construcción manual será inviable para ciertas aplicaciones, y habrá que dejar todo a cargo de constructores microscópicos, ya sea con instrucciones remotas, o trabajando de forma autónoma.