Durante los ‘80 y ‘90, la falta de poder de procesamiento de los ordenadores de la época lograron que las empresas de desarrollo debieran devanarse los sesos para crear experiencias que valieran la pena jugar, que ofrecieran por el lado del diseño lo que no se podía ofrecer por el lado tecnológico. Muchas han sido las empresas que crearon complejos mundos a pesar de las limitaciones (Accolade, Trilobyte y New World Computing, entre otros) y Bullfrog lo hizo de una manera muy especial. Si eres joven, tal vez no recuerdes a esta empresa o lo que ha hecho, pero si necesitas una buena sesión de juegos retro, entonces no deberías dejar pasar a esta lista.
Debería tener unos trece o catorce años, cuando alguien simplemente colocó en mi mano un par de discos flexibles y me dijo: “Juega esto”. La empresa que lo desarrolló se llamaba Bullfrog, y el título en cuestión aparece en esta lista, pero la razón detrás de esta anécdota no es otra sino la adicción. Consumí varios días de mi vida con ese juego, en una época en la cual las responsabilidades (léase “escuela secundaria”) me perseguían sin cesar, y en la que “jugar con esa cosa” era visto como algo que sólo me podía llevar a la rebeldía y a un cerebro derretido, entre otras cosas. Calculo que esa fue la primera vez que fui expuesto al material de Bullfrog, pero definitivamente no fue la última.
Breve historia de Bullfrog
Bullfrog Productions comenzó como una pequeña empresa en el año 1987 fundada por Peter Molyneux y Les Edgar, estacionada en el Reino Unido. Durante los siguientes ocho años, todos los juegos que Bullfrog lanzó fueron publicados bajo la esfera de Electronic Arts. Probablemente lo más llamativo sobre Bullfrog era que no parecían tenerle miedo a ningún género. Crearon simuladores, juegos de estrategia, aventura y acción, recurriendo a la fantasía, ciencia ficción, temáticas modernas, y especialmente, a un excelente sentido del humor.
En 1995, Electronic Arts decidió comprar Bullfrog, pero Molyneux dio un paso al costado en 1997 para fundar a Lionhead Studios, empresa reconocida por títulos como Black and White. Bajo la influencia de EA, Bullfrog lanzó principalmente secuelas de sus juegos más famosos, pero también hubo algunos ejemplos de excelente material original. El último juego que desarrolló Bullfrog, Theme Park Inc,, fue lanzado en 2001, y tres años después desapareció tras la creación de la “división Reino Unido” de EA, de la que pasó a formar parte.
En esta ocasión, daremos una recorrida a algunas de las más importantes creaciones de Bullfrog. Los más jóvenes encontrarán una gran oportunidad para explorar viejos desafíos, mientras que los más vetustos, recordaremos cómo sudamos sangre con estos juegos.
Populous (1989)
Aunque no fue el primer juego oficial de Bullfrog, Populous resultó ser mucho más que el primer éxito reconocido la empresa. La industria en general consideró a Populous como el primer “simulador de Dios”, en el cual un jugador asumía el rol de una deidad y debía llevar a buen puerto a sus seguidores, con el objetivo de conquistar a otro pueblo, controlado por un dios rival. Sus múltiples versiones para diferentes plataformas permitieron que el juego llegara a una mayor cantidad de personas, y por supuesto, su recepción fue impresionante, a pesar de la cierta dificultad que imponía desde el comienzo. Populous fue el puntapié inicial de una saga de tres.
Syndicate (1993)
Ah sí, a este lo recuerdo muy bien… Después de un par de juegos más y la secuela del Populous, Bullfrog lanzó a Syndicate. Atrás quedaron los dioses guiando pueblos, para tomar el papel de una corporación despiadada (Eurocorp) que busca la conquista mundial utilizando cyborgs altamente modificados (incluyendo el consumo de drogas, algo muy controvertido para un juego en esa época) en misiones de asesinato, espionaje y secuestro, con un alto grado de violencia y en un futuro distópico.
De más está decirlo, el juego fue recibido con los brazos abiertos, y dio paso a una expansión al año siguiente, que ofrecía aún más niveles. Otra cosa para destacar es que Syndicate era una verdadera pesadilla en cuanto a dificultad, hasta que uno descubría las virtudes del “Persuadertron”. De hecho, Syndicate es el juego del que hablaba al comienzo. Si quieres jugar una versión de código abierto de esta maravilla, FreeSynd tiene todo lo que necesitas.
Magic Carpet (1994)
Un año después del éxito de Syndicate, Bullfrog apostó fuerte sobre Magic Carpet. Dejando de lado la ciencia ficción, Magic Carpet nos presentó la historia de un aprendiz de mago que buscaba restaurar el equilibrio después de que su maestro intentara detener la guerra entre los magos, sólo para hacer las cosas aún peor.
Revolucionario en su momento por el nivel gráfico que presentaba (3D en tiempo real, con soporte para anteojos 3D y algunos casos de RV, todo en 1994), esto también fue su gran inconveniente. Las críticas fueron muy buenas, pero en una época en la que el promedio era un procesador 386, resultaba muy difícil para un juego venderse cuando tenía una etiqueta en la que se sugería contar con un procesador Pentium.
Theme Park (1994)
Si hablamos de un simulador de montañas rusas y mantenimiento de parques, puede que lo primero que llegue a tu mente sea Rollercoaster Tycoon, pero lo cierto es que hay que mirar un poco más atrás. Bullfrog hizo uno de esos antes, y se llamaba Theme Park. Todo estaba bajo tu control, desde la disposición de las atracciones hasta el precio de los helados a la venta en el parque, incluyendo el salario del personal, que podía ir a la huelga en caso de que fueras demasiado tacaño. Fue el primero de la serie “Theme”, y por suerte no sería el último. El juego fue lanzado en una gran cantidad de plataformas y todavía sigue dando vueltas por ahí.
Hi-Octane (1995)
Dice la leyenda que Hi-Octane fue un juego el cual Bullfrog realmente sacó del sombrero. Ya bajo el ala protectora de EA, la demanda de juegos más relevantes como la continuación de Magic Carpet comenzó a generar cierta presión, y para “cumplir” con la cuota esperada en un trimestre lanzaron a Hi-Octane, que habría sido hecho en apenas ocho semanas bajo el estímulo de un bono de unas 40 mil libras esterlinas.
¿De qué se trataba? Básicamente de un juego de carreras futurista con un importante componente de combate en el cual estaba perfectamente permitido llenar de agujeros a tus oponentes. Lamentablemente, el Wipeout tenía exactamente la misma temática, junto con un poco de ventaja en el mercado.
Genewars (1996)
A mediados de los ‘90 la estrategia en tiempo real era un género muy solicitado en el mercado, después de éxitos espectaculares como el primer Warcraft y el Command & Conquer. Genewars tenía un poco de ellos, también de la mecánica del Syndicate, e incluso se podría decir del posterior Alpha Centauri, combinado con elementos de ingeniería genética y cruza de animales extraterrestres.
Interesante por algunas ideas (lo que hacías en un nivel se movía al siguiente), Genewars fue una especie de pesadilla de desarrollo, y tal vez la causa de algunas fricciones iniciales entre Molyneux y Sean Cooper, uno de los responsables del Syndicate. Genewars no fue nada extraordinario en su momento, pero tampoco se podía decir que apestaba. Por alguna razón, comenzaba a surgir la sensación de que las ideas de Bullfrog ya no eran tan buenas…
Syndicate Wars (1996)
Para poner un poco las cosas en orden, Bullfrog recurrió a una secuela, y aunque se dice que segundas partes nunca fueron buenas, no se puede decir eso exactamente de Syndicate Wars. La historia era prometedora: Eurocorp llegó a un dominio tan amplio, que instaló chips de control mental en la población. El problema comienza cuando un virus llamado “Harbinger” comienza a afectar la función de esos chips.
Como si eso fuera poco para Eurocorop, la “Iglesia de la Nueva Época”, responsable por el virus, surge con sus propias ideas, y por supuesto, con sus propios agentes armados hasta los dientes. En Syndicate Wars podías jugar en cualquiera de los dos bandos, y también agregó un poco más de libertad gráfica, incluyendo la rotación del mapa. Fue el último Syndicate de la serie desarrollado por Bullfrog. En 2012, EA lanzó una nueva entrega, llamada Syndicate, desarrollada por Starbreeze Studios que poco y nada conservaba de los juegos originales.
Dungeon Keeper (1997)
Finalmente, nada mejor que un cambio de perspectiva. Siempre estamos jugando en el papel de héroes que buscan derrotar a monstruos. ¿Por qué no jugar al revés? Eso fue lo que nos presentó Dungeon Keeper a mediados de 1997. Como Guardián del Calabozo, es tu deber construir una fortaleza, mantener en línea a sirvientes y monstruos, derrotar a cada estúpido héroe que busca fama a costa tuya, y por supuesto conquistar al Guardián de turno. Fue el último proyecto de Molyneux antes de irse de Bullfrog, y la crítica lo recibió con muy buenas puntuaciones. Dungeon Keeper fue el primero en la serie, y también tuvo una expansión dedicada.
Theme Hospital (1997)
Para cerrar esta lista, nada mejor que el título que probablemente haya representado el éxito más importante de Bullfrog. Theme Hospital fue el segundo juego de la serie Theme, y tal como lo revela el nombre, estás a cargo de un hospital. Sin embargo, el humor se encuentra en cada esquina, con enfermedades extrañas, diagnósticos curiosos, y máquinas sanadoras más que perturbadoras.
Aún así, eso no es todo: Epidemias, visitas del Ministro de Salud, algún VIP atraído por la reputación del hospital, terremotos, y el personal de limpieza luchando contra la epidemia de vómitos (como lo leíste), garantizan una partida frenética y adictiva. Otro de los de Bullfrog que reclamó varios días de mi vida, corriendo detrás de los pacientes y evitando que siembren el caos.
Hasta aquí hemos llegado por hoy. Bullfrog es parte de la historia ahora, pero sus juegos han quedado grabados a fuego en nuestras mentes. Todos ellos son recomendables, sin embargo Syndicate, Theme Hospital y Dungeon Keeper tal vez deban ser tus primeras paradas, aunque no necesariamente en ese orden. Los juegos técnicamente no son abandonware, ya que los derechos pertenecen a EA, pero muchos pueden obtenerse por monedas en sitios como Good Old Games. ¡No dejes de probarlos!
