Nunca fui capaz de ver la imagen escondida detrás de un autoestereograma. De chico, durante los 90s, cuando estas cosas eran furor gracias al librito “El Ojo Mágico“, y para no quedar como un fracasado total, mentía diciendo que sí, que detrás de todos esos puntitos podía ver a la maldita vaca. Pero no era cierto. Nunca vi ni la vaca, ni el coche, ni la niña con paraguas, ni nada de eso. Solo puntitos de colores. Incluso ahora, mientras escribo esto, lo hago confiando en que no sean una mentira similar a la del rey desnudo, porque sigo siendo incapaz de encontrarle sentido al caos.
Sin embargo, dicen los que saben que un autoestereograma es una ilusión óptica de un objeto tridimensional creada a partir de dos imágenes 2D superpuestas. Para ver la imagen oculta, primero es necesario burlar el enfoque automático y el movimiento automático de los ojos, que quieren enfocar todo lo que se les cruza. Cuando la percepción de profundidad de ambos ojos emerge desde perspectivas diferentes, es cuando el cerebro capta lo que parece un objeto 3D.
Los autoestereogramas son realizados con una técnica similar a las imágenes anaglíficas (estereogramas), de esas que necesitan de gafas especiales para ser vistas correctamente. En el caso de los autoestereogramas no son necesarias las gafas, pues se superponen dos imágenes de un mismo objeto pero desde ángulos levemente diferentes. La repeticiones o los puntos aleatorios de las figuras, si uno los ve correctamente, a la larga terminan creando la ilusión de profundidad y revelando el misterio detrás. Tan simple es la técnica, que hasta existen aplicaciones en línea para que tú mismo hagas tus propios autoestereogramas. La más divertida de todas es Easy Stereogram Builder, por si quieres curiosear un rato.
Por toda la web podemos encontrar decenas de guías que nos quieren ayudar a descifrar estos acertijos visuales. En mi caso, ninguna ha tenido éxito. Igualmente, y como esto lo estoy escribiendo para ti, me inclino por tomar la del sitio Magic Eye como la mejor, y paso a transcribirla aquí. Usa la siguiente imagen.
“Sostiene el centro de la imagen pegado a tu nariz. Deberías verlo borrosa. Enfoca como si estuvieras viendo la imagen a la distancia. Muy lentamente aleja la imagen de tu cara, hasta que los dos cuadros sobre la imagen se conviertan en tres. Si estás viendo cuatro cuadros, aleja aún más la imagen hasta que veas tres cuadros. Si solo ves uno o dos cuadros, ¡comienza de nuevo! Cuando claramente veas tres cuadros, mantiene la imagen quieta, y la imagen escondida comenzará a aparecer mágicamente. Una vez que percibes la imagen escondida y la profundidad, puedes ver alrededor de la imagen 3D. Mientras más mires, más clara se volverá la ilusión. Mientras más alejes la imagen de tu cara, mayor será la profundidad. ¡Buena suerte!”
¿Y? ¿Lograste ver al planeta Saturno en 3D? Yo lo único que conseguí fue un terrible dolor de cabeza. Si, como yo, aún no logras ver la maldita imagen 3D, es mejor que consultes a un oculista. Personas con astigmatismo, estrabismo y cataratas, entre otras, tienen vedados los secretos de los autoestereogramas y tal vez quieras hacerte un chequeo. También estamos los que, de alguna manera, no tenemos problemas visuales pero carecemos de la imaginación y de la paciencia necesarias para esperar que se materialicen ilusiones ópticas frente a nuestros ojos.
Sin más, a continuación una selección de las que yo considero (deben) ser algunos de los mejores autoestereogramas de la web. ¿Cómo sé que son los mejores si no puedo verlos? Bueno, no le digas a nadie, pero me ayudó mi mujer… Así que cualquier cosa, te le quejas a ella. ¿Quieres más? Te aconsejo seguir la cuenta de Twitter de Magic Stereogram, revisar los sitios Eye Tricks y Hidden-3D, de donde salieron muchas de las ilusiones que aquí comparto.
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