Ya hemos hablado en NeoTeo sobre cómo funcionan estos filtros faciales. Si quieres la explicación completa, pasa por aquí que hasta tenemos un video que lo explica. Si lo que buscas son risas fáciles, ¡no se diga más! Porque entre todas las variables que manejan los algoritmos detrás de cada app, es lógico que algunas veces la cosa falle. Y es que las aplicaciones de “cambio de rostro” no saben distinguir una cara humana en si, por más que hayan sido entrenadas. Tan solo se limitan a buscar algo que se le parezca y, si la cámara enfoca algo que compita por relevancia, muchas veces pueden suceder estas cosas. ¡La pareidolia de los algoritmos!
En esta recopilación tenemos eso y mucho más. Porque si los errores de algoritmos pueden crear resultados aterradores (¡personas con cara de llantas!), también están aquellas aberraciones forzadas por jocosos “hackers” hogareños, que se aprovechan de esos errores para crear algunas de las peores pesadillas imaginadas por el hombre. ¡Temed, mortales!