La eternidad tiene ojos rasgados. Como todos los sueños que cambian nuestros destinos, la última idea de un diseñador japonés que estaba por retirarse se transformó, también, en la última esperanza de una empresa que estaba a punto de caer en bancarrota. Aunque parezca una historia de película, esto es lo que verdaderamente ocurrió con la que es una de las franquicias más importantes de toda la historia. Final Fantasy es verdaderamente la fantasía final de un grupo de personas que luchó hasta el último momento para comenzar de nuevo. Neoteo cuenta a continuación una historia única que nació de la desesperación y que parece no tener final. Una fantasía hecha realidad.
Square Enix, surgida luego de la fusión de dos empresas diferentes llamadas Squaresoft y Enix) descubrió hace ya varios años la gallina de los huevos de oro. La saga Final Fantasy es la segunda franquicia más larga de la historia, superada únicamente por Super Mario Bros. Sin embargo, este ambicioso título, que acompaña el progreso tecnológico de las consolas con nuevas aventuras que siempre terminan sacando el máximo provecho de su evolución, no fue otra cosa que un último intento desesperado. En el año 1986, la empresa de Masafumi Miyamoto, Squaresoft, estaba al borde del precipicio, a punto de quedar en el olvido por una racha de malos resultados financieros. Fue entonces cuando se juntó con el diseñador Hironobu Sakaguchi, quien estaba elaborando un juego basado en el popular Dragon Quest de Enix, que sería su último proyecto antes de retirarse definitivamente. Como parecía ser el final de su carrera, llamó a este juego Final Fantasy, atrayendo la atención de Miyamoto, quien también había caído en desgracia allí por el año 1987. Pero fue esta “fantasía final” el comienzo de una historia nueva y sorprendente.
RPG creado por Sakaguchi, desarrollado y publicado por Square, la empresa de Miyamoto, Final Fantasy vio la luz para la consola Nintendo Entertainment System (NES) a finales del 87. Contaba el largo camino de los Guerreros de la Luz, quienes llevaban consigo cada uno de los cuatro orbes elementales de un mundo compuesto por tres grandes continentes, protegiéndolo de las malvadas fuerzas de los Monstruos elementales, quienes habían oscurecido estos orbes poniendo en peligro la vida de todas las diferentes razas que habitaban este mundo. Buscando reestablecer la luz, nuestros guerreros atravesaban el juego batallando contra sus oponentes para sumar puntos de experiencia y mejorar sus habilidades. Durante nuestro camino nos cruzábamos con otros humanos, pero también con elfos, enanos, sirenas, dragones y robots los cuales tenían cada uno sus propios pueblos y asentamientos. El profeta Luchan dijo que los Guerreros de la Luz vendrían a salvar el mundo de la oscuridad rescatando los distintos orbes: el del Viento, usado 400 años antes del inicio del juego por el pueblo Lefenish para construir aeronaves y una estación espacial, el del Agua, que 200 años atrás hundió con tormentas violentas los asentamientos y templo de una civilización oceánica, el de la Tierra, que transformó verdes colinas en zonas áridas y sin vida, y el del Fuego, que devastó el pueblo de Melmond con llamaradas que lo devoraron todo.
Detrás de una historia épica con grandes dotes de animé, se encontraba un sistema de juego que atrajo al público. Con cuatro modos que serían la base de todos los juegos de la saga (mapa del mundo, mapa de las ciudades y calabozos, una pantalla de batalla y otra de menú), el usuario tenía a su disposición todo lo que necesitaba para atravesar la aventura. El mapa del mundo nos servía para dirigir el recorrido de nuestros héroes, quienes podían acceder por tierra, agua o aire a las diferentes locaciones en donde enemigos nos esperaban para eliminar al grupo de 4 personajes que elegíamos al principio del juego. Las ciudades estaban dotadas de vida, con habitantes que nos brindaban información o nos vendían equipamiento. Mientras que los calabozos contenía cofres con artefactos mágicos que aumentaban el poder de nuestros héroes. La pantalla de menú nos daba una visión general del nivel de los puntos de experiencia obtenidos, nos servía para administrar los complementos ganados y elegir objetos y magias para enfrentar a nuestros oponentes. Estas elecciones se hacían presentes en el menú de batalla que nos brindaba la opción de elegir entre “Pelear”, hacer uso de un “Objeto” o de algún truco de “Magia” particular, en un enfrentamiento por turnos que tenía un desenlace inevitable (vencer, escapar o morir). Gracias al éxito de este primer título, Squaresoft siguió en pie y pronto estuvo listo el segundo título de la franquicia: Final Fantasy II.
Sin confundir a este juego con Final Fantasy IV, que fue el segundo juego de la franquicia lanzado en Estados Unidos, FF 2 no fue precisamente una secuela del primer título de la serie. Con un contexto similar, pero con personajes absolutamente distintos, la historia tenía reminiscencias con el pasado pero no terminaba de conformar una continuación de los sucesos vividos en el juego anterior. Lanzado en 1988, traía algunas innovaciones que aumentaron su calidad, como la posibilidad de guardar hasta 4 partidas (en contraposición a la única que podía ser conservada en el primer Final Fantasy) y la capacidad recordar palabras claves de las conversaciones para usarlas posteriormente. En cuanto a lo narrativo nuestros personajes (Firionel, Maria, Guy y Leon) ya tenían un oficio definido. Este cambio fue clave en el desarrollo de Final Fantasy III, considerado por muchos como el mejor juego de la toda la serie.
FF3 vio la luz en 1990 exclusivamente en Japón y fue el último juego desarrollado para la consola NES de 8 bits. Contaba con el mapeado más extenso de los tres juegos lanzados al mercado, con muchísimos secretos ocultos en tres grandes escenarios: un continente flotante, el mundo exterior y el mundo subacuático (aunque sobre el final también nos encontrábamos con un mundo de la oscuridad que nos esperaba con el final de la aventura). Poseía una de las dificultades más elevadas de la serie. Se añadieron los puntos de daño y curación durante los combates, la capacidad de atacarnos a nosotros mismo y hacerle daño a nuestros amigos y adoptar diferentes clases y trabajos (ladrón, mago, caballero, vikingo, karateka, devoto, invocador, sabio, ninja, entre otros). Pero la característica que más recuerdan sus fanáticos es la aparición de los Moguris que, junto con los Chocobos, son, incluso en la actualidad, los personajes más queridos de toda la saga. Por último, Final Fantasy III fue el primer juego lanzado en USA 17 años después de su versión nipona, abriendo camino al cuarto título de la saga.
Final Fantasy IV fue el primero de la serie en ser lanzado para la consola SNES. Publicado en 1991, contó con cambios importantes que aceleraron la dinámica del juego. Se eliminaron la elección de trabajos y se fijaron nuevamente los nombres de los personajes. Alabado por la crítica por su música y estructura dramática, FF4 contó con una segunda versión para principiantes por su elevado nivel de dificultad. La característica más sobresaliente de este título fue la aparición del sistema de Batalla Activa de Tiempo (ATB), en la que el jugador debía impartir órdenes en tiempo real durante los combates, lo que difirió con la batalla por turnos de las anteriores entregas. Con fortalezas y debilidades, los poderes mágicos de nuestros personajes se dividían en varias categorías con las que podían realizar hechizos: la magia blanca, negra, Summon, Ninjutsu. El único problema que se encontró en este juego fue su trama demasiado lineal, en la cual se concentraron las mejorías de la quinta parte de la saga, titulada (como de costumbre) Final Fantasy V.
Además de ser el último juego desarrollado por Hironobu Sakaguchi como director de Squaresoft, el lanzamiento en 1992 de FF5 fue importante en tanto que profundizó las mejores características de la primera y tercera entrega de la serie retomando el sistema de trabajos y clases de nuestros personajes, brindándole una de las jugabilidades más alabadas de todos los títulos lanzados hasta el momento. Se podía alcanzar el nivel de maestro en alguno de los 32 diferentes trabajos que había en el juego y combinarlo con otra clase de trabajo (los incorporados mago azul, mago del tiempo y mímico, por ejemplo), lo que generaba un sistema multi-clase con el que podíamos atacar a nuestros enemigos de diferentes maneras. Además brindó la posibilidad de embarcarse en misiones secundarias a la trama principal e incluyó los eventos en los que el jugador debía alcanzar un objetivo en un tiempo limitado. Sus mayores críticas se concentraron en su excesiva dificultad (superior a la de la cuarta y quinta parte) con el final más complicado de todos y en la simpleza de su historia, a pesar de no presentar la linealidad argumental de su predecesor. Pero estos detalles serían solucionados en Final Fantasy VI.
El año 1994 despertó con una sexta entrega que, por primera vez, tenía un argumento con connotaciones políticas, en donde unos rebeldes (The Returners) peleaban contra la tiranía del Emperador Gestahl. Muchas más opciones de batalla se hicieron presentes junto con el reparto más grande de toda la saga. La incorporación de puzzles le entregó al juego ciertos momentos de lógica que le exigían al usuario la división de su grupo de personajes, los cuales poseían una habilidad única que los distinguía del resto. Apareció el Golpe Letal para aquellos personajes con baja cantidad de puntos de vida y la capacidad de darles poderes mágicos a todos nuestros héroes sin importar su clase. Se desarrolla en el “Mundo del Equilibrio” cuyo aspecto va cambiando con el correr de la historia. Uno de los aspectos más llamativos de la trama fueron sus problemas realistas y con anclaje en la realidad, los cuales se alejaban de las aventuras épicas que encontrábamos en los títulos anteriores. Pero no fue hasta el lanzamiento de Final Fantasy VII que Europa se sumergió en este mundo de fantasía.
Lanzado en 1997 para la consola Playstation One, en FF7 fue la primera vez que la desarrolladora pudo concentrarse en mejorar exclusivamente el aspecto gráfico del juego. Con personajes en 3D sobre fondos en dos dimensiones, presentaba una estética deformada pero con héroes estilizados durante las secuencias de combate. Mercenarios, terroristas y corporaciones se juntaban en otra historia con ribetes políticos. Su avance tecnológico lo dejó entre los preferidos de toda la serie, conformando una gran recopilación de todas las historias de la saga. La idea pensada originalmente para la consola Nintendo 64 se trasladó hacia Playstation debido a la imposibilidad de los cartuchos de contener toda la extensa trama de este nuevo episodio. Con una multiplicidad de mundos y personajes, Final Fantasy VII incorporó un novedoso Sistema de Materias que hacían más letal pero débil a nuestros personajes. Las Materias Púrpura, Amarilla, Verde y Roja poseían diferentes poderes que combinados con todo los demás habilidades multiplicaban nuestras posibilidades de ataque. Esta entrega tuvo tanta aceptación por parte de la gente y la crítica especializada que la empresa subió el título a Playstation Store para ser descargado y jugado en la plataforma Playstation 3.
Con este juego terminamos la primera parte de la retrospectiva de la segunda saga digital más importante de los últimos años. Sorprendiéndonos con cada lanzamiento, Final Fantasy es un universo lleno de posibilidades que siempre supo encontrar nuevas formas de atraer y contentar al público. Así que quédense tranquilos. La semana que viene…
…la fantasía continuará…